Luis Alberto Bódalo vive desde septiembre del año pasado en Cáceres, alojado en el Centro Nacional de Tecnificación Deportiva, un centro de alto rendimiento para deportistas prometedores como él. Luis Alberto ha sido dos veces campeón de España de judo (2013 y 2016), además de campeón de la Copa de Europa, un torneo en el que quiere repetir medalla, lo que le daría acceso al Campeonato de Europa, su estreno en campeonatos internacionales. Luis Alberto empezó a practicar judo a los cuatro años en la escuela del argentino José Strático, toda una referencia en Socuéllamos. El año pasado, ante el regreso de Strático a Argentina, pasó a entrenar en Tomelloso hasta que en septiembre de 2015 dio el salto a Extremadura. En el Centro de Tecnificación vive, va a clase y entrena cuatro horas diarias. Además, se codea con otros deportistas que aspiran a ser la élite del deporte español en un futuro cercano.
¿Cuáles son tus retos en el deporte de alta competición?
Este año los retos son el Campeonato de España y tratar de competir en el Campeonato de Europa. La federación española te pide dos medallas en la Copa de Europa para clasificarte. En Fuengirola quedé primero y a finales de mayo tengo otra oportunidad en Coímbra. Si consigo medalla obtendré una plaza para competir en el Campeonato de Europa.
¿Te ves compitiendo en unos Juegos Olímpicos?
Sí, ¿por qué no? Poco a poco, compitiendo cada vez en torneos más grandes, sí podría ser.
¿Cómo es la vida en un centro de alto rendimiento?
Por la mañana vamos a clase, al instituto, hasta las dos y media. Luego hay estudio de tres y media a cinco. Por la tarde es el entrenamiento, de cinco y media a nueve o nueve y media. Estamos ocupados todo el día.
¿Echas de menos Socuéllamos, vienes mucho?
Se echa de menos a los amigos y a la familia, pero aquí estoy bien. Hay un buen grupo, tanto con los chicos de judo como de otros deportes, con los que también nos llevamos bien. No vengo tanto como quisiera porque Cáceres está lejos y no hay buenas combinaciones. Sólo en ocasiones especiales, como ahora en la Romería.
¿Hay un buen nivel de judo en el Centro de Tecnificación de Cáceres?
Sí que hay mucho nivel. Varios de mis compañeros han sido campeones de España y compiten habitualmente en torneos internacionales, que es mi próxima aspiración. Hay también dos chicas que son hermanas que han competido en el campeonato del mundo.
¿Cómo ves el futuro, se puede vivir del judo en España?
Hay medallistas olímpicas en España que no viven del judo. La única forma es ser profesor. Yo de momento tengo cuatro años por delante en el Centro de Tecnificación, que es el máximo tiempo que podría estar aquí. Aún no he pensado si voy a estudiar o qué voy a hacer, pero lo más seguro es que siga compaginando el deporte con los estudios.
¿Qué campeonato te ha costado más, el de 2013 o el de este año?
Me ha costado más este año. En 2013 no fue fácil, pero en cierto modo, me veía superior a la mayoría. Este año, sin embargo, he competido con luchadores que eran muy parecidos a mí. En especial en la final, que me tocó con un judoca de Madrid al que conozco bien porque ya me enfrenté a él cinco veces. Los dos nos conocemos mucho, sabemos lo que nos gusta hacer a cada uno y había mucho respeto. Al final he conseguido ganar yo.
¿Sigues en contacto con José Strático?
Sí, hablamos a menudo. Entrené con él diez años. La primera vez que quedé campeón de España en 2013 fue con él. No había tenido otro maestro. Él siempre me trató como a un hijo. Para competir en el Campeonato de España tuvimos que hacerlo antes en muchos torneos y él siempre me acompañaba y me llevaba en su coche. Ahora seguimos en contacto y él se interesa mucho por los torneos en los que compito y por mi trayectoria.
¿Qué ha aportado el judo a tu vida?
Hoy en día el judo es el centro de mi vida, lo máximo. Además el judo aporta disciplina, organización y humildad. El judo te enseña a ganar, pero también a perder.
