domingo. 05.05.2024

Socuéllamos no es Nueva Orleans, pero el swing no entiende de geografía. Febrero quizás tampoco es el mes más propicio para el jazz, pero ¿sabe el tiempo de buena música? Comenzaba el ‘Finde de Jazz’ en nuestro pueblo con un concierto de la Old Dixieland Band, un experimentado grupo ciudadrealeño que ha devuelto el aroma de tiempos pasados.

El concierto se celebraba en La Tía Elisa, que no es el Cotton Club, pero es probable que sea lo más parecido que tenemos en Socuéllamos. Un local que, aun después de la reforma, mantiene ese punto irónico de Marino que ha logrado trascender, primero su propia barra, y después a los parroquianos habituales.

Entre el público, mezcla de generaciones. Veinteañeros con pinta de saber de qué va la cosa y maduros –y maduras- en busca de un poco de música de la que ya no se pone en los bares.

Antes del concierto, un grupo de señoras recuerda aquellos festivales de jazz que se hicieron en Socuéllamos en el pasado. “¿Te acuerdas cuando vino Cifu –presentador de los programas A todo jazz y Jazz porque sí-, el de Radio 3, y dijo que le gustó mucho el nombre de Tía Elisa?”. “¿Y cuando vino la negra que cantaba con Gurruchaga?”. “¿Y aquellos dos que eran ídolos en Nueva Orleans y aquí no sabíamos ni quiénes eran?”.

jazz

También hablan de géneros y estilos. “Hoy es más swing”, dice una. “Pues a mí me gusta más el rhythm and blues”, le contesta otra. “Pues yo soy más de Billie Holiday”, replica una tercera. Saben lo que dicen. Mientras tanto, cervezas y público que sigue llegando.

El grupo, al fin, se presenta en escena. Llama la atención la juventud de sus integrantes, pero en cuanto agarran los instrumentos disipan cualquier tipo de duda. Hoy hay jazz del bueno. Como mandan los cánones de la religión del jazz comienzan con una armonía común para luego tomar la palabra cada uno de los instrumentos. Lo que viene a ser compás.

A partir de ahí, conexión con el público pieza tras pieza. A mitad del concierto suena ‘My Darling Lorraine’. Para entonces, el público ya tiene el swing –y unas cuantas cervezas- en el cuerpo. La noche es joven. Socuéllamos no es Nueva Orleans, pero nosotros tampoco somos Ryan Gosling en ‘La la Land’. Siempre nos quedará el swing a pesar de todo. Este sábado más en El Edén.

Jazz

Jazz

IMG_1319

IMG_1337

El mejor jazz vuelve a Socuéllamos