domingo. 19.05.2024

¿Por qué agricultura ecológica?

En estos tiempos, parece que  los agricultores, más que preocuparnos por nuestra tierra, tenemos que estudiar administración por la cantidad enorme de papeleos que tenemos que manejar. Que si cuaderno de campo, que si cursos de esto y aquello. Parece que no tenemos bastante con cuidar nuestros cultivos.

Es la hora de parar un poco y recapacitar sobre cómo estamos haciendo las cosas, y como profesionales de la agricultura que somos, ser conscientes de la importante labor que nos ocupa.

Sin agricultores no habría nada. Somos la base de cualquier sociedad, de todo se puede prescindir excepto de algo que llevarnos a la boca cada día. Tenemos que estar orgullosos de lo que somos.

Pero tampoco podemos mirar para otro lado cuando se sabe que los sistemas tradicionales de agricultura son inviables a largo plazo. Por decirlo de otra manera, estamos sembrando el hambre de nuestros hijos si seguimos así.

La agricultura como la conocemos nació en el siglo XIX. Cuando los suelos europeos empezaron a agotarse y las hambrunas arrasaron, en vez de buscar una solución imitando a la naturaleza, la industria puso en las manos de nuestros padres y abuelos infinidad de productos para poder seguir produciendo.

Hoy podemos decir que, por culpa de la agroquímica, entre otras cosas, el agua que bebemos está envenenada, que la comida que comemos está envenenada y que nuestros suelos son cada vez más pobres a la vez que más dependientes de productos que vienen de fuera.

Es el momento de mirar dentro de nosotros y buscar las soluciones a estos problemas. El mundo de la agricultura está avanzando muy rápido, y la agricultura ecológica gana el terreno a la convencional porque, sencillamente, la ecológica va de la mano con la naturaleza, y no en contra de ella.

Parece imposible tener que aprender y llevar a cabo otro tipo de agricultura pero, poco a poco, podemos ir cambiando cosas. Es una carrera de fondo y, sin prisa pero sin pausa, podemos mejorar nuestro futuro así como el de nuestros sucesores.

Hace 70 años, qué pensaría un gañan que labrase, junto con su mula, una viña en la casa de la torre, si le decimos que sus nietos labrarían con un tractor con arados hidráulicos.  Seguramente lo vería imposible.

¿Por qué no probar y empezar a actuar? Para que dentro de 70 años, nadie se acuerde de lo que son los abonos derivados del petróleo, los pesticidas, y los cientos de productos que hoy en día empeoran nuestra salud y nos empobrecen tanto los bolsillos como nuestros suelos.

*Manuel Requena es, junto a Aroha Morales, autor del blog llanomanchego.wordpress.com

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Si fabricamos nuestros propios insumos abarataremos costes, no serán tóxicos para nosotros  y trataremos  nuestra tierra y cosechas de una forma natural y eficaz.

¿Por qué agricultura ecológica?