domingo. 05.05.2024

Rajoy en el País de las Maravillas

Hace unas semanas compareció el presidente del gobierno Mariano Rajoy anunciando la disolución de las Cortes y convocando elecciones generales para el 20 de Diciembre. En ésta, hizo un balance de la legislatura que termina, y al escucharlo creí encontrarme en el País de las Maravillas.

Hace unas semanas compareció el presidente del gobierno Mariano Rajoy anunciando la disolución de las Cortes y convocando elecciones generales para el 20 de Diciembre. En ésta, hizo un balance de la legislatura que termina, y al escucharlo creí encontrarme en el País de las Maravillas. La economía ha crecido, la crisis ya no existe, el paro ha bajado, las familias viven mejor, la gente anda alegre por las calles y por supuesto, todo esto gracias a su gestión y la del PP en el Gobierno de España.

Nada dijo de la corrupción que les ahoga, del caso Gürtel, donde hay implicados y detenidos importantes dirigentes del PP, del caso BANKIA, Rodrigo Rato, Blesa y un largo etcétera que nos daría para varios folios. Nada dijo de los recortes bestiales durante esta legislatura, de la mal llamada reforma laboral, sanidad, educación, dependencia (por supuesto siempre a costa de los más desfavorecidos de nuestra sociedad), parados, ancianos, enfermos, niños.

Nada habló de leyes tan importantes como la de Amnistía fiscal, por supuesto para que los más ricos de este país puedan lavar sus capitales de dudosa procedencia, de la ley de estabilidad presupuestaria tan manida por el Sr. Montoro que ata de pies y manos a corporaciones locales y comunidades autónomas que no pueden contratar personal para realizar servicios básicos para la sociedad, a no ser que privaticen estos trabajos. Ejemplos: la torre del vino (buen ejemplo), o las piscinas municipales cubierta y de verano, que siempre han funcionado con personal contratado por el Ayuntamiento, y ahora si quieres que funcione la tienes que dar a alguna empresa de amiguetes. Contratar a amiguetes es la única finalidad de esta famosa ley.

Según el Sr. Rajoy, el paro ha bajado. Incierto. En sus cuatro años de gobierno ha aumentado considerablemente, y hoy hay más paro que cuando entró hace cuatro años. No cuenta a los que, desesperados y sin protección, no cobran nada y ya ni buscan trabajo, los miles de inmigrantes que se han marchado a sus países de origen, los miles de españoles que han emigrado fuera de España y que si no encuentran trabajo cuando vuelvan a los tres meses ya no tienen cobertura sanitaria… esos han desaparecido de las estadísticas. Las altas a la seguridad social han aumentado según él.

Dos ejemplos en una misma familia: una chica, un contrato de trabajo con alta en la SS de dos horas a la semana; la otra, un contrato a media jornada y otro a la misma persona de dos horas a la semana. En las estadísticas oficiales, esto son tres nuevos puestos de trabajo y la realidad es que entre los tres no llegan a una jornada normal ni, por supuesto, a un salario medianamente digno. ¿Es este su balance Sr. Rajoy?

Pero como por arte de magia, aparece un cadáver político en Cataluña que le está dando alas al Sr. Rajoy. Éste se llama Artur Mas, con una red de corrupción y recortes igualable a la del PP, con el clan de los Puyol pringados hasta las cejas, las sedes de su partido embargadas y para tapar todas esas y muchas más miserias saca la bandera de la independencia. Tengo familia en Cataluña y me dicen que cuando van a un hospital a acompañar a un paciente ingresado, si quieren sentarse en unos de los sillones viejos y desvencijados que hay, tienen que pagar 5 € por noche, y eso lo gestiona una empresa privada de amiguetes de esta gente.

Y desde ese momento, ¿quién habla de los problemas de la gente? En las campañas electorales, medios de comunicación y tertulias sólo se habla de la independencia de Cataluña. El paro, los recortes, la corrupción y un largo etcétera han desaparcado del mapa. ¿Coincidencia? ¿Casualidad? Como vemos, dos cadáveres políticos, Rajoy y Mas, se complementan, se necesitan y lo que es peor, nosotros estamos cayendo en la trampa, nos lo creemos y, al grito de viva España unida, nos están jodiendo bien a todos los españoles.

Rajoy en el País de las Maravillas