En los últimos meses, Socuéllamos está asistiendo a una llegada frecuente de visitantes en torno a distintos eventos que se organizan en la localidad. Por nombrar sólo los más recientes, podemos recordar acontecimientos como la concentración de Vespas, la del Club Ferrari, la ruta gastronómica de los 50 Jefes de Cocina de Madrid, la concentración del mítico Citroën 2 CV o iniciativas próximas como el torneo de 'Amigos del Mus' que organiza la Asociación Socuella'MUS y que sin duda atraerá a aficionados, por lo menos, de localidades cercanas.
En todos estos casos, la afición a los coches, a los naipes o a la gastronomía se mezcla con el turismo en unos encuentros que trascienden la mera afinidad común y que se conciben como auténticas jornadas de convivencia donde no faltan las visitas a las bodegas, el paso obligado por el Museo Torre del Vino y las visitas a otros lugares emblemáticos del municipio, como el Paraje de Titos. En ocasiones, el encuentro puede aderezarse con una cata comentada o con una reunión gastronómica en alguno de los restaurantes de la localidad, como también podría derivar a un terreno más cultural con visitas a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o a las distintas ermitas de la localidad, como Nuestra Señora de Loreto o San Isidro.
Es posible que Socuéllamos no tenga un castillo como el de Belmonte o un casco histórico como el de Villanueva de los Infantes que sirvan por sí mismos para atraer visitantes, pero si logra que el visitante se acerque, atraído por algún evento de su interés, nuestro pueblo cuenta con recursos y atractivos suficientes como para tenerle entretenido durante toda una jornada e incluso para lograr que repita la visita en el futuro.
El turismo de eventos se revela así como un nuevo campo a explorar por el Gobierno municipal, que si bien no tiene por qué llevar la iniciativa en la organización de eventos, sí debe apoyarlos en la medida de sus posibilidades y dar facilidades a sus promotores para que el resultado sea lo más exitoso posible. Los datos están ahí y en algunas de estas concentraciones, como en la de los 2 CV, los visitantes coparon toda la oferta hotelera de la localidad y algunos tuvieron incluso que desplazarse a otros municipios para pernoctar.
Las visitas, además de hacer gasto en nuestros comercios, restaurantes y hostales, aportan también un beneficio intangible que es el de dar a conocer nuestro pueblo, nuestros productos y nuestras bodegas por toda la geografía española. Una idea, por tanto, la del turismo de eventos, que puede ser explorada y potenciada por los distintos colectivos y asociaciones de nuestra localidad, siempre en contacto con las administraciones que puedan darles cobertura.