sábado. 27.04.2024

Que siga habiendo interés por las buenas noticias

Los espacios informativos han dejado en 2015 sucesos tan impactantes como el del pequeño Aylan sobre la arena, imagen icónica de la vergüenza de la guerra siria. 

Se marcha 2015, un año que en el plano informativo ha sido especialmente interesante al estar marcado por tres citas electorales: una municipal y autonómica, otra nacional y una tercera en Cataluña; todas ellas con importantes repercusiones. Tanto es así que ni en Cataluña ni en el Gobierno de España se vislumbra un presidente que unifique criterios y no sería extraño que en 2016, los ciudadanos fueran llamados de nuevo a las urnas.

Los espacios informativos han dejado en 2015 sucesos tan impactantes como el del pequeño Aylan sobre la arena, imagen icónica de la vergüenza de la guerra siria y el éxodo interminable de sus víctimas. No ha sido menos trágica la estampa de una mujer embarazada, colgada de la fachada de la discoteca Bataclan de París para librarse de los disparos de los terroristas. Varios comandos de ISIS cometían, en una serie de acciones combinadas, el mayor atentado de la historia del país galo, con más de 120 fallecidos y tres centenares de heridos.

También en Francia, un Airbus A320 se estrellaba en Los Alpes guiado trágicamente por un copiloto con problemas mentales al que no le pesaron los 150 cadáveres que se llevaba consigo. Ya en España y aún refiriéndonos a las noticias que más interés despertaron, podemos incluir la violenta agresión que sufrió Rajoy por parte de un chiquillo de 17 años que, aún por encima, era pariente lejano de su mujer.

De acuerdo con este repaso y al margen de la política, que también nos ha dejado numerosos casos de corrupción, guerras intestinas y situaciones caóticas, parece cumplirse que las noticias más impactantes son a menudo las más trágicas, aunque no siempre tiene que ser así. De hecho, a medida que vamos cerrando el radio de proximidad observamos que las noticias más interesantes no tienen por qué ser siempre las más morbosas. Bien es cierto que en este 2015 el nombre de Socuéllamos ocupaba de nuevo los platós de televisión a cuento de la Torre del Vino, sobre todo a medida que se acercaban las elecciones. Pero también ocupó otros foros de debate más interesantes y alguna que otra portada gracias al descubrimiento, a finales de 2014, del archivero Francisco Javier Escudero, que aseguró haber encontrado al Quijote de carne y hueso, es decir, al personaje real que había inspirado al literario.

2015 ha sido también el año de la consolidación del mejor embajador de nuestro municipio, la UD Socuéllamos, que ha sabido competir en una nueva categoría hasta el punto de merecer, recientemente, la Medalla de Plata al Mérito Deportivo de la región. También hemos sabido rendir cumplido homenaje al cineasta Juanfer Andrés por el estreno, a finales de 2014, de su primer largometraje, Musarañas, producido nada menos que por Alex de la Iglesia.

En marzo de 2015 se inauguraba el Centro de Atención a la Diversidad Funcional, orgullo de nuestro pueblo que gestiona Afymos y que entró en funcionamiento ya el 8 de enero. Poco después, en el mes de mayo, asistíamos a un cambio de Gobierno, el primero en veinte años, que se produjo de forma ejemplar y con la más absoluta normalidad democrática.

No pretendemos decir que todo lo que ha pasado en Socuéllamos ha sido agradable. El paro sigue siendo una lacra difícil de justificar y las ONG locales saben muy bien las necesidades que aún pasan muchas familias. Sin embargo, muchos de los acontecimientos sociales, culturales y deportivos que han merecido la atención de los medios y el interés de los ciudadanos, han sido positivos. Acontecimientos que junto a otros más esperados, como los carnavales, la Feria, la Semana Santa o la Romería, han ido marcando el año y demostrando que las buenas noticias, al contrario de lo que dijo el escritor japonés Haruki Murakami, no siempre se dan en voz baja.  

Que siga habiendo interés por las buenas noticias