viernes. 26.04.2024

El reto del relevo generacional en el campo

Recientemente, la Junta de Comunidades ha publicado la orden de las ayudas para la incorporación de jóvenes agricultores, una medida imprescindible para velar por el relevo generacional en nuestro campo.

El agrario es un sector envejecido y la situación exige medidas para asegurar que los jóvenes vean en la producción agraria una salida profesional de garantía. A pesar de la fuerte tradición y la enorme importancia para la economía de municipios como Socuéllamos, lo cierto es que han pasado varias décadas en las que los jóvenes han huido de una opción profesional que veían como un oficio excesivamente sacrificado y de una rentabilidad, como poco, inestable.

En este marco, muchos jóvenes que se adentraban en el sector lo hacían por la necesidad de hacerse cargo de la explotación familiar, asumiendo la responsabilidad casi como una obligación. En cambio, han sido pocos los que han emprendido con la energía e ilusión propia de una apuesta personal y empresarial de futuro.

Es verdad que en los últimos años, esta tendencia parece estar cambiando sensiblemente. La crisis ha golpeado duro y la posibilidad de convertirse en productor ha pasado a ser una opción mejor considerada por los jóvenes. Además, la creciente aplicación de la tecnología a las explotaciones y la apuesta de la región por la calidad y la comercialización de nuestros vinos han sido alicientes para muchos jóvenes.

Sin embargo, en este objetivo de garantizar el relevo generacional, se hace imprescindible la actuación de las administraciones para facilitar e incentivar la incorporación de jóvenes. La PAC vigente contempla ayudas a los jóvenes con el objetivo de que se produzcan hasta 15.000 incorporaciones hasta 2020.

El Gobierno regional, por su parte, ha manifestado que estas acciones van a ser “prioritarias” en su política agraria a través del Programa de Desarrollo Rural. El consejero Martínez Arroyo aseguraba esta semana que “en la medida que haya relevo generacional, habrá futuro para el sector agrario”, una declaración de intenciones que debe apoyarse en hechos tangibles para incentivar la incorporación.

Por el momento, la convocatoria de ayudas contempla casi 23 millones de euros para la creación de empresas agrarias por parte de jóvenes. Cada uno de los solicitantes recibirá 27.000 euros sólo por la incorporación, que se pueden ampliar en 10.000 euros más si contrata a un trabajador. Además, en esta convocatoria también se contemplan ayudas a las inversiones, primando las innovadoras.

Estas ayudas han tenido una gran aceptación y la administración regional se ha visto obligada a ampliar el plazo de solicitud. Sin duda, este es el camino a seguir para lograr un relevo generacional real en nuestro campo, aunque quedan muchas medidas que tomar. Reducir los interminables trámites burocráticos, abonar a tiempo las ayudas, facilitar las contrataciones, eliminar restricciones normativas, bonificar con la exención de algunos impuestos y primar las actuaciones a favor del desarrollo sostenible son sólo algunos ejemplos que pueden hacer de este sector una opción más apetecible para nuestros jóvenes.

El reto del relevo generacional en el campo