viernes. 26.04.2024

Un pueblo orgulloso de sus vecinos ilustres

Socuéllamos es un pueblo agradecido y prueba de ello son los múltiples reconocimientos que se han realizado a los socuellaminos más ilustres.

La semana pasada asistimos al emotivo homenaje que se rindió en el centro de salud a Cándido Pozuelo, que desde 1954 es Hijo Predilecto de Socuéllamos. Además de llevar su nombre, el edificio lucirá a partir de ahora un retrato del inolvidable sanitario dibujado por Anastasio Perona.

Socuéllamos es un pueblo agradecido y prueba de ello son los múltiples reconocimientos que se han realizado a los socuellaminos más ilustres en diferentes facetas. Un pueblo que no titubea a la hora de reconocer a sus vecinos demuestra una madurez y generosidad muy importantes a la hora de crecer como comunidad.

Y más significativos aún nos parecen este tipo de homenajes a personas que, simplemente en el desarrollo de su profesión, dejaron una huella imborrable en su entorno gracias a su profesionalidad, su forma de entender la vida y su humanidad.

Es cierto que algún homenaje ha llegado más tarde de lo deseado –siempre son preferibles los homenajes en vida-, pero lo importante es que se han hecho. Socuéllamos cuenta con multitud de calles, edificios e instituciones que recuerdan a personas que dejaron un poso importante en el pueblo: Fernando de Mena, Carmen Arias, Jesús Montalbán, Pedro Arias o Ramón Parra, entre otros muchos.

Más recientemente se han reconocido los éxitos de deportistas como Roberto Parra, Diana Sánchez o Gabriel del Socorro ‘Gran Gaby’ y varias instalaciones deportivas llevan sus nombres. También en el ámbito de la cultura, se hecho lo propio con el cineasta socuellamino Juanfer Andrés.

Algunos de estos reconocimientos no han estado exentos de controversias políticas, que no han hecho otra cosa que empañar el gesto ante la atónita mirada de los vecinos. Por fortuna, siempre acaba imperando el sentido común y el pueblo ha sabido reconocer a los que lo merecieron.

Realizar homenajes, en su justa medida, nunca está de más y el pueblo de Socuéllamos debe continuar mimando a sus hijos más ilustres. Dicen que sólo la posteridad acaba haciendo justicia pero Socuéllamos ha demostrado que sabe distinguir los méritos de los suyos y que en nuestro pueblo, el que descolla gracias a su esfuerzo, puede ser profeta en su tierra. El reconocimiento unánime hace justicia a la contribución de nuestros vecinos más notables por engrandecer el nombre de nuestro pueblo y hacernos sentir aún más orgullosos del lugar donde vivimos. 

Un pueblo orgulloso de sus vecinos ilustres