Ejercer de padres y madres no es una labor fácil, sobre todo porque el niño o la niña nos viene sin el libro de instrucciones y,muchas de las acciones que llevamos a cabo están basadas en la reproducción de la educación que hemos recibido, de nuestros propios padres y personas que nos rodean.
Pero lo que sí tenemos que tener claro, es que nuestra actitud hacia la educación de nuestros descendientes va a ser fundamental para su formación como personas y va a influir directamente para que sean personas autónomas e independientes en la edad adulta.
Implicarnos en la educación y formación académica de nuestros hijos e hijas va a repercutir, de una manera directa, en su personalidad y mantener un diálogo y comunicación con ellos, realizando un seguimiento de su formación, es la consecuencia de un mejor rendimiento y bienestar de todos.
Tenemos que tener presente que tanto el profesorado, como los padres y madres, estamos obligados a entendernos, siempre mediante el diálogo y la escucha activa por ambas partes, ya que debemos recordar, en todo momento, que los directamente beneficiados o perjudicados, según el caso, va a ser el alumnado que no son otros que nuestros hijos y que ello les va a influir directamente en su desarrollo, no sólo académico sino también personal que es el principal y que en muchas ocasiones olvidamos, sin darnos cuenta de que una educación basada en valores es fundamental para todas las personas.
Por favor, vamos a colaborar a la formación académica de nuestros hijos e hijas, no sólo acercándoles al centro educativo, sino entrando en él y preguntando, escuchando y colaborando con el profesorado y el AMPA, que desarrolla una labor fundamental, para conseguir el objetivo principal que es una educación y formación de calidad para nuestros pupilos.