La alcaldesa de Socuéllamos, Pruden Medina, y el concejal de Bienestar Social, José Manuel Fernández, han presentado este lunes el comedor socioeducativo, un proyecto que “pretende dar apoyo a las familias de nuestro municipio para evitar situaciones de absentismo y fracaso escolar entre nuestros jóvenes”.
Pruden Medina ha explicado que se trata de un proyecto “transversal” en el que han trabajado diferentes concejalías, agentes sociales e instituciones de la localidad. Además, ha señalado que es “uno de los proyectos más ambiciosos de este gobierno en materia de bienestar social y exige un gran esfuerzo de coordinación”. La iniciativa, que comienza este mismo lunes, atenderá a un total de 125 usuarios y la intención “es que tenga continuidad”.
En este proyecto, coordinado por la educadora social de los Servicios Básicos del Ayuntamiento, también participan las concejalías de Educación, Cultura y Juventud, la Fundación Carmen Arias, la Asamblea Local de Cruz Roja, la Asociación Educosocial, los centros educativos, el Agente-Tutor y el centro de salud ‘Cándido Pozuelo’.
Según ha explicado José Manuel Fernández, el proyecto consta de varias partes. Por un lado, el servicio de comedor, de lunes a viernes en período escolar y ubicado en el Centro de Día de la Fundación Carmen Arias. Se realizará en dos turnos –Primaria y Secundaria- y el objetivo es inculcar el hábito de una alimentación saludable y equilibrada en los niños.
Por otra parte, se trabajará, tras la comida y en el mismo centro, en el refuerzo socioeducativo. Para ello se contará con las 8 personas del Plan de Garantía +55 de la Junta, coordinados por una licenciada en Pedagogía. Ellos, junto a Educosocial, impartirán refuerzo y talleres de apoyo, técnicas de estudio y hábitos educativos. Este servicio cuenta con 50 usuarios.
Paralelamente, la Asamblea Local de Cruz Roja trabajará martes y jueves, a través del Programa de Promoción del Éxito Escolar, con los alumnos de Primaria que necesitan apoyo escolar pero su situación educativa y social es más leve y no está incluido en el comedor. En este programa también se incluye la merienda y atiende 25 usuarios.
Por último, se llevará a cabo un programa para Secundaria, a través del proyecto EMPU-G, con labores de inserción e intervención social, trabajando de manera individualizada con los usuarios en el Centro Joven. Esta vertiente cuenta con 45 usuarios.
Perfil de los usuarios
José Manuel Fernández ha explicado que para detectar e incluir a los beneficiarios, se realizan reuniones de seguimiento con los centros educativos y los trabajadores sociales. Según ha explicado, el comedor socio-educativo “se va a centrar en menores en desventaja social que por su situación social y familiar presentan fracaso escolar o desfase curricular. Los padres firmarán un acuerdo de inserción con unos compromisos. No es un comedor social, sino un comedor socio-educativo y los padres tienen que comprometerse también”. En este sentido, desde Bienestar Social se trabajará con las familias para continuar el apoyo a los niños en casa.
El proyecto tiene previsto un calendario de seguimiento y evaluación con reuniones semanales entre la educadora social y la licenciada en psicología con los centros educativos. Además, habrá reuniones mensuales con todos los agentes sociales que intervienen y unas reuniones técnicas trimestrales de evaluación del servicio.
Pruden Medina y José Manuel Fernández han querido aclarar que “no es un comedor de beneficiencia”. “Va enfocado a familias en desventaja social, pero no en exclusión. No va dirigido a ningún colectivo concreto sino a personas que tienen problemas de hábitos en el centro educativo y en el ámbito familiar. Se pretende atajar el fracaso escolar, que los jóvenes adquieran esos hábitos y las propias familias puedan ayudarles”, han puntualizado.
