Tras jugar toda su vida en el Roycan Socuéllamos y tras siete años alejada de las pistas, Yolanda Alarcón Delicado (Socuéllamos, 1988), nos habla de cómo lleva este nuevo reto en el Club Voleibol Kiele Socuéllamos. Del sacrificio y el trabajo con el que las chicas de la plantilla están intentando sacar un trabajo titánico, con el único objetivo de mantener el voleibol de primer nivel en la localidad.
¿Qué valoración haces de la primera parte de la temporada?
Yo creo que no hemos acabado tan mal como parece. Somos novenas, eso es una realidad, pero yo voy notando que vamos avanzando. Cada set lo estamos peleando más que el anterior y es difícil porque falta mucho trabajo; pero estamos contentas y con muchas ganas de seguir mejorando para conseguir el objetivo principal, que es mantener la categoría.
¿Cómo habéis encontrado el nivel de la liga?
Es una liga muy dura. Pero estoy convencida de que si seguimos trabajando, entrenando y con compromiso, los equipos no son imbatibles. Teniendo claro, desde el primer momento, que son equipos muy fuertes.
¿Qué os falta por adaptar a la competición?
Falta experiencia y entrenamientos. Nuestras rivales son equipos muy conjuntados y la mayoría llevan jugando juntas mucho tiempo y eso se nota. Nosotras somos chicas nuevas, solo tres somos de aquí y entrenamos dos días juntas. Esa falta de entrenamiento conjunto se evidencia en la pista.
Empezasteis la competición con cinco derrotas consecutivas, ¿cómo se vivió aquella mala racha dentro del grupo?
Nosotras sabíamos a lo que íbamos y que nos iba a costar. Nuestro objetivo era ir poco a poco y mejorando con cada actuación. Evidentemente, los resultados están ahí, pierdes y la gente te lo comenta. En ese momento, te desanimas. Pero nosotras sabemos que cada día vamos a estar mejor y vamos a sacar el trabajo.
Nosotras sabemos que cada día vamos a estar mejor y vamos a sacar el trabajo.
De repente, a principio del mes de diciembre ganáis al Nueva Castilla. ¿Cómo fue aquello?
Ese partido estaba en la grada porque yo llevo lesionada desde la segunda jornada y fue una gran alegría. La gente pudo recibir algo de esperanza. Hay que tener claro que esto es muy difícil, pero ese día pudimos demostrar que podemos hacerlo. Tenemos claro que sólo con trabajo duro podremos seguir ganando partidos.
¿Qué diferencia notas entre los partidos que habéis perdido y vuestra victoria?
Ese día el equipo jugó muy cómodo desde el principio. Se notó una gran unión en la pista y desde el principio salían las cosas. Fue una sensación totalmente diferente al resto de partidos y es la línea que debemos seguir.
¿Dónde crees que estará la clave de la salvación?
Necesitamos llegar con buena forma física al final de temporada. Estamos añadiendo entrenamientos y eso es clave, porque necesitamos resistir durante los partidos para llegar al nivel que nos exige la competición.
Necesitamos resistir durante los partidos para llegar al nivel que nos exige la competición.
A nivel particular, ¿cómo está siendo la temporada para ti?
Difícil por la lesión. Llevaba siete años sin jugar y volver ahora me está costando. Poco a poco me voy recuperando y me estoy encontrando cada día mejor. Con los entrenamientos, rehabilitación y el gimnasio, estoy cada vez mejor y cerca de volver a jugar.
¿Qué reto te pones para lo que resta de temporada una vez que te recuperes de la lesión?
Jugar lo máximo posible. Eso se consigue entrenando duro y haciendo ver a mis entrenadores que pueden contar conmigo. Estoy compaginando la primera plantilla con el segundo equipo y es un gran sacrificio.
Tu hermana Beatriz juega en esta misma categoría, en Alicante, ¿qué te transmite ella con su experiencia?
Ella lleva seis años y, desde el principio, sabía que esto requería mucho sacrificio porque lo he visto reflejado en ella durante este tiempo. Ella estudia, pero tiene sus entrenamientos y su gimnasio con una disciplina muy dura. Porque es algo que esta categoría te pide.
Imagino que cuando ella venga aquí para jugar, será algo especial para los dos.
Aquel día en Alicante fue la primera vez que nos hemos enfrentado oficialmente. Y, pese a que ninguna jugó mucho ese día, fue una sensación extraña. Te puedes imaginar, además nos encontramos con medio pueblo allí, entre familia y amigos. Incluso notabas como ellos, desde la grada, estaban divididos a la hora de animar. Fue una sensación muy rara, pero muy agradable. Nosotras perdimos y eso es complicado, pero vi cómo ella disfrutaba y yo me quedo con eso. Por tanto, cuando venga aquí todas esas sensaciones se multiplicarán.
