sábado. 18.05.2024

El pasado mes de septiembre Antonio López, después de seis años compitiendo, decidió dar el paso y crear el Socuéllamos Squash Club. No era tarea fácil revitalizar un deporte que gozó de gran popularidad en la localidad hace 20 años, pero que ha ido perdiendo protagonismo poco a poco.

No obstante, se puso manos a la obra y, cuatro meses y muchas dificultades después, continúa firme en su objetivo de promover este deporte desconocido para muchos. En estos momentos, el club cuenta con una decena de socios, aunque a las pistas de Socuéllamos –ubicadas en el centro Culturarte- acuden alrededor de treinta personas a jugar regularmente.

“La única manera de promocionar este de deporte es a través de un club que pueda organizar ligas, crear una escuela y promover campeonatos. El club no tiene apenas capital ni apoyo institucional, por lo que necesitamos ayuda para hacer todo esto”, señala Antonio antes de disputar un partido frente a Javier Sánchez, un veterano de este deporte que, junto a sus hermanos, instaló las pistas en el año 1994. “En aquellos tiempos había mucha gente jugando. Era la novedad y se creó afición. A estas pistas venían a jugar habitualmente unas 60 personas. Luego nos desvinculamos, se le dio a las pistas otros usos y se fue perdiendo”, recuerda Javier.  

Un deporte asequible pero exigente

El squash es un deporte centenario que se practica en la actualidad en los cinco continentes. Sin embargo, y para decepción de sus deportistas y aficionados, sigue sin ser considerado olímpico. Antonio explica que, además “es un deporte estigmatizado y hay quien cree que puede resultar peligroso, con dos jugadores en un espacio tan reducido. Pero no tiene más riesgos que el fútbol o cualquier otro deporte”.

Lo pueden practicar personas de todas las edades: las competiciones se inician con 11 años y hay categorías con jugadores de más de 80. “Es cierto que es uno de los deportes más exigentes que existen. Es necesario tener fuerza, agilidad, flexibilidad y concentración. Requiere de constancia y un buen estado de forma, pero hay muchos niveles”, asegura el presidente del club. “Hay deportes más fáciles. El pádel se juega entre cuatro y no es tan exigente físicamente, pero cuando se llega a un nivel alto el squash es muy divertido”, añade Javier.

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Además, existe un deporte derivado del squash, el racketball, más asequible para principiantes que también se practica en Socuéllamos. De hecho, la liga que se está disputando de racketball tiene más participantes que la de squash, debido a su mayor accesibilidad (la raqueta tiene otras dimensiones y la pelota es más grande y con un bote más largo).

El club de squash más cercano a Socuéllamos se encuentra en Cuenca, donde Antonio se traslada cada fin de semana a jugar. Allí ha participado en campeonatos –también en Valencia o Madrid- y entrena con jugadores de alto nivel. “Como es un deporte que no practica mucha gente, es como una familia y enseguida haces amigos”.

Antonio, que posee el título de monitor nacional y juez-árbitro que otorga la Federación Española de Squash, se plantea como proyecto a largo plazo que el club cuente con sus propias instalaciones. “A partir de ahí podríamos crecer. Si en Socuéllamos se organiza un campeonato, participarían alrededor de 80 jugadores de toda España, que se trasladarían al pueblo con sus familias durante todo un fin de semana. Pero para llegar a eso hay que empezar poco a poco”.

Primero quiere ir creando afición y lograr alumnos para la escuela. “Las clases para niños son muy divertidas y dinámicas y pueden empezar desde los 7 u 8 años. Además, ser un deporte minoritario tiene sus cosas buenas, porque a nivel junior no es tan difícil despuntar y ser campeón de España. No sería difícil que un jugador de Socuéllamos llegara ahí”, afirma.

Para lograr estos objetivos, los miembros del club siguen trabajando con la pasión por el squash como principal motor. Antes de comenzar el partido, Antonio y Javi muestran su optimismo de cara al futuro: “No hay que desanimarse. La gente llama a más gente, hay muchas personas en Socuéllamos que han jugado al squash y creo que muchas se van a volver a enganchar”.

El Squash Club busca recuperar el interés de Socuéllamos por este deporte