viernes. 10.05.2024

Sergio Nanclares (Madrid, 1994) ha sido la primera incorporación del Yugo Unión Deportiva Socuéllamos en la ventana del mercado invernal. El jugador repasa su trayectoria y su formación. Rememora su aventura en el filial del Levante y revela cómo ve el reto que afronta ahora en la UD Socuéllamos. 

¿Qué tal tus primeros días en Socuéllamos?

Muy bien. He recibido buena acogida por parte del equipo. Aquí la gente es familiar y muy sencilla, que es como a mí me gusta. La verdad es que me encuentro muy cómodo en estos primeros días.

Te crías futbolísticamente en la cantera del Rayo Vallecano durante 10 años. ¿Qué recuerdas de aquella época de formación?

Yo tengo la suerte de que juego en el Rayo siendo de Vallecas, que es mi barrio. Por tanto, estaba muy bien porque estaba en casa. Realmente es donde aprendí a jugar a fútbol. Al cabo de una década se acabó mi etapa, ya que no creyeron conveniente renovar mi contrato y me tuve que buscar la vida fuera. Pero le tengo mucho cariño al club.

El Rayo Vallecano es un club especial por su filosofía, por su compromiso social y por la búsqueda de igualdad en todos los ámbitos de la vida. Algo poco habitual en el fútbol de élite.

Lo mejor que tiene el club es la afición, que también se involucra en esa filosofía y ese compromiso social. Además, la afición está en las buenas y en las malas. No distingues un partido del Rayo en Segunda B o en Primera porque ellos animan igual. Es el corazón del club.

Tras esa etapa, debes buscarte la vida y llegas al Trival Valderas en la misma temporada que el Socuéllamos debuta en la categoría. ¿Cómo recuerdas aquella experiencia?

Fue un verano atípico porque parecía que tenía otras opciones. Había posibilidad de recalar en algún otro filial, que es lo que más me interesaba, pero no acabó saliendo la opción y llegué al Trival. Al principio lo paso mal porque no juego mucho. Me hice un hueco debido a la lesión de un compañero y me dieron confianza a partir de ese momento. Yo, cuando me dan confianza, la suelo aprovechar. Por suerte, hice goles cuando tuve continuidad y eso me permitió dar un salto más.

Aquí la gente es familiar y muy sencilla, que es como a mí me gusta.

A los seis meses de llegar al Trival te llega la oferta del Levante y decides marchar a Valencia para jugar en el filial del conjunto granota. ¿Cómo recuerdas aquello?

En el Trival tenía dos compañeros que habían estado allí y el Director de la Escuela del Levante, David Salavert, les pide mi número. Para un sub-23, el sitio ideal es un filial y me llamó mucho la atención el interés. Es cierto que el filial estaba en Tercera, pero tenía ganas de volver a un filial y tirar para arriba. En cuanto me llamaron, no lo dudé. También existía el plus de que el primer equipo estaba en Primera y eso siempre te llama.

En esta última etapa han llegado algunos jugadores cedidos del Levante B al Socuéllamos, como es tu caso. ¿Conocías a Colau y Fran Hernández? Ambos llegaron cedidos desde la entidad valenciana.

Tengo muy buena relación con Colau, ya que compartimos vestuario el año pasado. Es un chico excelente. Con Fran coincidí algo menos, ya que cuando llegué, él se marchaba precisamente a Socuéllamos. Apenas coincidí dos o tres entrenamientos con él.   

En el Levante juegas muchísimo durante temporada y media, pero este año dejas de jugar. ¿Qué ocurrió para pasar de jugar tanto a no jugar casi nada?

Tuve tres entrenadores en mi etapa del Levante B. Miguel Ángel Villafaina es el técnico que más confianza me dio. Un entrenador excelente y una relación magnífica. Luego llega Toni Aparicio, el cual también me da muchísima confianza y más o menos sigo teniendo una buena cantidad de minutos. Finalmente, el club decide cambiar el entrenador nuevamente y contrata a Carlos Granero. Es el entrenador que decide no contar conmigo y yo no le juzgo por ello, ni tengo nada en contra de él. Cada entrenador tiene sus gustos.

Por tanto, surge la oportunidad de llegar a Socuéllamos. ¿Cómo empezó todo y cómo se concretó?

Muy sencillo desde el principio. Mi agente me informa del interés del Socuéllamos. Decidimos hablar con ellos y, entonces, Ángel García Cosín se pone en contacto conmigo. Además, Cosín habla con mi primer entrenador en el Levante -Villafaina-, ya que tienen buena relación. Cosín me habla muy bien del club y a mí me llama la atención lo familiar que es la institución. Y yo creo que un jugador donde más cómodo se encuentra es en clubes familiares. No lo dudé porque vi que pusieron mucha confianza en mí y eso es lo que uno siempre busca.

Más allá de lo que conocías en cuanto a la institución, ¿qué conocimiento futbolístico tenías del club?

Vine a jugar con el Levante en pretemporada. Además, esos seis meses en el Trival fuimos rivales. Sobre todo te llama la atención que un club humilde y con tan poco recorrido en la categoría sea tercero al término de su segunda temporada. Eso indica que es un club que hace las cosas bien y eso me interesa. Soy de los que piensa que con humildad y coraje se consiguen cosas grandes.

Soy de los que piensa que con humildad y coraje se consiguen cosas grandes.

¿Conocías a algún futbolista de la plantilla?

Conozco a Álex Jiménez, que es el compañero con el que vivo. Álex lleva jugando toda la vida en Madrid y somos de la misma edad, por tanto, pese a no coincidir en ningún club, nos hemos estado enfrentando toda la vida. También con José Alcañiz, con el que coincidí en el Rayo B. Casualmente, Alcañiz también es de Vallecas.

Hablando ya de ti en cuanto a lo futbolístico, ¿qué puedes aportar al equipo?

Trabajo. Lo que yo intento es que nunca me discutan el trabajo y la entrega. A veces te salen las cosas mejor y otras peor, pero el trabajo siempre lo voy a dar. Es lo que me inculcó los equipos por los que he pasado y, sobretodo, mi familia. Hay que trabajar duro y luchar cada balón como si fuera el último.

Debutas recién llegado frente al Bilbao Athletic, ¿cómo lo viviste?

Bien en cuanto a lo individual por tener minutos, aunque me hubiese gustado ganar. Tengo que ir mejorando y adaptándome lo antes posible.

Hay que trabajar duro y luchar cada balón como si fuera el último.

El club vive un gran reto, ya que estos dos primeros años estuvo muy arriba y, quizá, este año sea la primera vez que lucha por la permanencia hasta el final. ¿Cómo puede vivir algo así un equipo humilde que luchó por algo en lo que no tenía nada que perder?

En el fútbol hay que tener los pies en el suelo. Con trabajo puedes llegar a cualquier sitio. Estoy convencido de que las cosas irán saliendo.

Acabamos de recibir una mala noticia con la grave lesión de Javilillo, ¿cómo se lo tomó el equipo?

Es una noticia que ha sentado muy mal. Yo no le conocía y no le había visto jugar, pero el otro día contra el Bilbao Athletic me sorprendió mucho. Me gustan los jugadores rápidos, con desborde y verticales como él. Además, me han comentado los compañeros que estaba en un muy buen momento de forma. El fútbol es así de cruel, llegan las lesiones en el mejor momento. Es otro motivo más para sacar esto adelante y darle una alegría a Javilillo.

No está en tu mano y los profesionales del club ya trabajan duramente para añadir futbolistas, pero ¿cómo ves el poco número de efectivos que estáis ahora y que se enfrenta a la parte final de la temporada con doble competición?

Es verdad que no tenemos posibilidad de descanso, pero egoístamente uno quiere jugar todo y yo tengo muchas ganas de jugar este año. Nos adaptaremos bien.

Con la trayectoria que llevamos en Liga y, sabiendo que el objetivo principal es salvar la categoría, ¿puede ser una distracción la competición copera?

Son dos competiciones totalmente diferentes y los que llegamos cortos de minutos nos servirá para enchufarnos más rápidamente al grupo. Yo creo que vendrá muy bien para coger confianza.

La siguiente salida en Liga es Barakaldo. Ellos están pasando una situación similar; el año pasado lograron 80 puntos, pero este año no les está saliendo igual. 

Visita complicada, aunque es un campo donde da gusto jugar. Sabemos que los equipos vascos son muy fuertes en su terreno, pero hay que salir intentando superarles en todo. Hay que intentar aprovechar nuestras oportunidades y ver si podemos sacar el partido.

Sergio Nanclares: "Hay que luchar cada balón como si fuera el último"