Hablamos con Omar Álvarez Burgos (Avilés, 1990). Llega con ropa deportiva y con unas llamativas zapatillas naranjas. Le llama la atención el frío y el viento que hace en Socuéllamos durante esta semana de carnaval. Argumenta que en Asturias hay más lluvia que frío y nos comenta que sigue instalándose, cada vez mejor y más asentado. Comparte piso con David Sevilla, también reciente fichaje del equipo. Antes de la entrevista, pide un biofrutas. La charla, que dura aproximadamente una hora, está cargada de fútbol, su vida deportiva y sus experiencias en la categoría de bronce.
¿Cómo te encuentras?
- Muy bien. Muy contento y muy ilusionado por esta nueva oportunidad en Segunda B
¿Qué tal tus primeros días en Socuéllamos?
- Muy sorprendente, la verdad. No me esperaba un club con esta afición y con estas ganas de fútbol. Sorprendido y con ganas de devolver esta ilusión.
¿Conocías algo de Socuéllamos?
- No. Únicamente conocía el nombre del equipo. Al final, llevan dos años en Segunda B y el nombre cada vez es más reconocido. También es cierto que jugaron en Asturias durante el playoff de ascenso. Es lo único que me sonaba.
¿Cómo te defines como futbolista?
- No me gusta excesivamente definirme, pero soy un jugador que se mueve bien entre líneas. Me gusta estar en contacto con la pelota, moviéndome mucho por los espacios. Un jugador que intenta asistir a sus compañeros. Trabajador, humilde y de equipo.
Empiezas en la cantera del Real Oviedo, posteriormente pasas a León, donde cursas tus estudios universitarios de Enfermería y allí empiezas a jugar en el División de Honor de la Cultural y Deportiva Leonesa. El entrenador del primer equipo es Josu Uribe, que te asciende del filial y te hace debutar en 2ªB en 2010. ¿Qué recuerdas de aquel debut siendo tan joven en la categoría de bronce?
- Venía de diez años en el Real Oviedo, desde alevines hasta último año de División de Honor y la verdad es que me costó bastante salir. Sin embargo, pude marchar por estudios a León y jugué el último año de División de Honor allí en la Cultural. Por suerte, en mitad de temporada del segundo año allí, debuto en Segunda B. Josu confió en mí y la verdad es que muy bien. Con solo 19 años tenía muchas ganas de demostrar. Por suerte me salió un buen año.
Hay algo llamativo, cuando asciendes en la Cultural y debutas, no tenías muchos minutos en el filial. ¿Cómo llamaste la atención de Uribe viendo que no contabas con minutos en tu equipo?
- Sufrí una rotura de fibras en pretemporada y estuve dos meses sin poder entrar en el equipo. Cuando ya me recuperé, la verdad es que el entrenador no contaba mucho conmigo. Solo al final, en los dos últimos meses de temporada, pude jugar. Josu me vio y me preguntó sobre mi disponibilidad referente a los estudios. Pude compaginar ambas cosas y sin ningún tipo de problema subí al primer equipo para jugar con ellos.
Te vas a reencontrar con Josu Uribe, ya que es entrenador del Mensajero desde hace unas semanas y ellos tienen que pasar por aquí. ¿Cómo son los equipos de Uribe? Tienen una situación complicada en puestos de descenso.
- Cuando yo debuto con Uribe en la Cultural éramos penúltimos y acabamos novenos. Sus equipos son muy estrictos defensivamente. Muy ordenados, es complicado hacer gol contra ellos. Equipos tácticamente muy trabajados. Es un partido que nos va a costar.
¿Mantienes relación con él?
- Sí, él estaba sin equipo durante la primera vuelta y es asturiano. Por tanto, se dejaba ver por los campos y cuando venía a ver al Marino de Luanco charlaba con él.
Tras jugar en la Cultural y Deportiva Leonesa, surge la posibilidad de ir a una de las canteras más prestigiosas de España: Tajonar. La cantera del Club Atlético Osasuna. ¿Cómo te salió aquella oportunidad?
- Fue fácil y raro a la vez. Yo estaba centrado en los estudios y no miraba el fútbol como un trabajo. El tercer partido que yo juego con la Cultural nos enfrentamos al Osasuna Promesas y me sale un partido realmente bueno. Al acabar se me acerca el Director Deportivo (Ángel Martín) de ellos y me pide el teléfono. Pasados unos días me llama y me pregunta si estoy interesado en ir. Yo no sabía mucho cómo funcionaba el fútbol, pero no me lo pensé dos veces.
Tras tres años en la cantera de Osasuna, marchas a Grecia. Sin embargo, hay una circunstancia curiosa antes de aceptar el reto del extranjero. Parece que hay interés del Real Avilés, que es el club de tu ciudad y, además, es entrenado por Josu Uribe, el técnico que confió en ti. Desde fuera parece que todas las piezas encajan. ¿Qué ocurrió para no firmar en un equipo tan cercano para ti?
- Hubo acercamientos, pero en concreto nunca hubo nada. No recibí propuesta oficial. Y cuando me llegó la opción de Grecia no me lo pensé. Siempre estuve en la órbita del Avilés, pero nunca llegamos a cerrar nada.
Dentro de la fuga de jugadores españoles al extranjero, Grecia es uno de los país que más españoles firma. ¿Cómo fue aquella experiencia en el Fokikos?
- El fútbol griego es un fútbol que llama. La gente allí es muy caliente. Disfrutan el deporte como si no hubiera otra cosa. Fue una experiencia muy bonita, aunque a la vez muy complicada. La seriedad de los clubes brilla por su ausencia. Pero bueno, la experiencia futbolística y personal fue muy buena. Aprendí mucho.
¿Qué apoyo tenías en el club? Coincides con Randy (ex jugador de la UD Las Palmas e internacional con Guinea Ecuatorial). ¿Con quién estabas allí?
- Sí, estaba Randy. También nos juntábamos con un ghanés que hablaba muy bien el español y un italiano. El italiano al final aprendió español porque con el inglés no íbamos a ningún sitio.
Tras la experiencia en Grecia retornas al Marino de Luanco en Segunda B. Sin embargo, el año no sale bien y el equipo desciende. ¿Cómo es el vestuario de un equipo que ve cómo se le va la vida ahí abajo?
- Tuvimos un año complicado. Empezamos bien, pero por circunstancias se nos fue complicando con empates en descuentos y derrotas en minutos finales. Por ejemplo, fallamos un penalti en el 94' contra el Real Murcia que nos impide rascar puntos. Al final el fútbol te castiga, te vas metiendo en una dinámica muy negativa y es difícil salir.
En la tercera asturiana hay un ex jugador de la UD Socuéllamos, Luis Nuño, que jugó aquí el año pasado. ¿Le conoces? De ser así, preguntaste por alguna referencia sobre la UD Socuéllamos?
- Justo la semana anterior de venir aquí jugué contra él. No, no le pregunté porque entonces no sabía que acabaría aquí. Además de que no tenemos relación.
La tercera asturiana viene de estar en el foco mediático por un compañero de Luis Nuño en Langreo, es Michu (ex RC Celta de Vigo, Swansea City, SSC Nápoles entre otros e internacional absoluto con España), ¿cómo lo vivisteis los rivales?
- Nosotros lo sufrimos más que vivirlo. Nos metió un auténtico golazo y provocó un penalti. Perdimos 2-0 con ellos. Es internacional con España y eso no lo regalan. Se notaba mucho la diferencia. Es un jugador diferencial que por circunstancias de lesiones viene de estar más de un año parado.
Encarando ya tu llegada a Socuéllamos. ¿Cómo surge la posibilidad?
- Me llama Vicente el día 1 de febrero (último día de mercado) y no me lo pienso. Ya creía que terminaría la temporada en tercera y por suerte me pude enganchar a Segunda B. Nada más colgar, cogí el coche y me viene sin mirar atrás.
¿Qué conocías de la plantilla?
-En el fútbol todo el mundo nos conocemos. Ellos tienen trayectoria en Segunda B y más o menos sí que sabía lo que aquí hay. Tengo amigos en común con Pituli y con Javi Gómez. Le pregunté a esos amigos en común y me hablaron maravillas del club. Yo ya estaba decidido y con esas referencias, mucho más.
Este equipo es muy curioso, tiene una plantilla veterana y un entrenador muy joven. No es un vestuario habitual porque varios jugadores son incluso más mayores que el entrenador, ¿cómo ves esta cuestión?
- Yo he visto un respeto al entrenador máximo. Los jugadores veteranos ayudan mucho a los jóvenes y el código de vestuario se mantiene. No he visto ni un solo problema de vestuario estos días.
¿Cómo te han recibido los compañeros?
- Muy bien. Me habían hablado maravillas del grupo y lo estoy corroborando. Me están ayudando mucho. Ayer tras entrenar, salimos a tomar algo para hacer grupo y conocernos. No tengo ninguna queja, todo lo contrario. Entrenando están contigo y te apoyan cuando no sale algo bien. Todo esto te hace sentir más seguro.
¿Cómo encaráis la segunda parte de la temporada?
Este fin de semana tenemos un partido complicado aunque no lo parezca. Es casi una final. Son partidos de seis puntos. Hay que ir partido a partido y conseguir los 45 o 47 puntos lo antes y posible y luego si podemos mirar más arriba, miraremos. Pero los 47 hay que conseguirlos cuanto antes porque, en Segunda B, conseguir los últimos diez puntos es muy complicado.
A nivel personal, ¿qué objetivo te marcas?
Quiero demostrar que puedo estar en Segunda B con un equipo fuerte como es la UD Socuéllamos. Aportando mi juego y si puedo conseguir algún gol, mejor. Mucho trabajo y mucha humildad.
¿Tendremos desembarco asturiano en Socuéllamos con familia y amigos?
Tienen ganas. Mi familia y amigos son muy viajeros y mi pareja vive actualmente en Madrid, por tanto, supongo que ya este fin de semana vendrá al partido. No creo que puedan ya pillar los carnavales, pero sin duda vendrán por aquí.
