Esta semana nos atiende Álex Cortell. El delantero de Moncada está convencido de que el equipo va a lograr el objetivo de la salvación. Esta jornada, la Unión se enfrenta al Mensajero, rival directo, en un partido importantísimo para salir de la zona peligrosa. Cortell nos cuenta en esta charla sus inicios en el Valencia, su experiencia extranjera, su punto de vista sobre la temporada con la UD Socuéllamos y su enorme afición al MMA.
Eres canterano del Valencia CF, pero con 18 años pasas al Mouscron belga. Un equipo que jugaba en la máxima categoría de aquel país y entrenado por Miroslav Djukic. ¿Cómo surge aquello?
Firmo en el Valencia para el juvenil de Liga Nacional, siendo juvenil de segundo año y en mitad de temporada. Se fijan en mí tras hacer una muy buena temporada en el Alboraya. Termino allí tras dos años y tenía posibilidad de firmar por algún que otro filial, pero me sale la oportunidad del Mouscron de la mano de Amedeo Carboni y Juan Sánchez. Claro, jugarías en un Primera División y eso siempre es atractivo. A Djukic no le conocía antes de llegar allí. Luego Djukic entrenaría al Valencia y yo pensaba que podría tener la oportunidad, pero salió la regla de que un jugador menor de 23 años que subía al primer equipo, ya no podía bajar al filial. Y claro, esa regla mató a mucha gente porque no te iban a hacer una ficha profesional con 18 o 19 años si no eres muy muy bueno.
La experiencia tiene un final negativo porque el equipo termina fuera del campeonato precipitadamente a mitad de temporada por las deudas. ¿Cómo acabó todo aquello para ti?
- Sí. Allí se pagaba una licencia para jugar de 800.000 euros al comienzo de la temporada y otros 800.000 euros en mitad de temporada. El primer pago sí lo hicieron, pero el segundo no. También creo que tenían alguna deuda de años anteriores y allí las reglas son estrictas, no como aquí. Es decir, si debes dinero te van a parar los pies. Es cuando me quedé colgado y me tuve que volver.
Y te vuelves a España...
Todo el mundo quería tener una continuación buena, porque quedas libre de un Primera y eso debe repercutir en el interés de los equipos. A mí me surgió la posibilidad del Génova italiano, que mostro interés para su equipo filial, pero yo tenía 18 años y había pasado 7 meses fuera de casa. Acabo muy quemado por el tema económico con el Mouscron y negocio con el Valencia Mestalla. Al final tampoco pude firmar porque al haber debutado en Primera División, el equipo debía pagar 500.000 euros al equipo que te había hecho debutar. El Valencia no iba a pagar ese dinero por un jugador que apenas había jugado ocho partidos en Primera. Por tanto, todo esto me llevó a jugar en Tercera División, hacer goles y empezar otra vez desde cero.
Vuelves a España y juegas en el Alcoyano, Sabadell o el Olímpic de Xátiva, entre otros. Y acabas en la UD Socuéllamos. ¿Cómo está siendo la temporada?
Llego tras rescindir en el Lleida a los pocos días de firmar porque el director deportivo me promete unas cosas que luego no cumple. Vicente (Aguado) llevaba hablando conmigo desde el 1 de junio, todo el mes. Claro, Lleida es una gran ciudad y tienen un estadio espectacular. Pero rescindo con ellos y a los pocos días Vicente me vuelve a llamar, el interés era grande y decido firmar aquí. Al principio no lo llevé muy bien porque el estilo de juego no era el ideal para mi fútbol y no estaba acostumbrado. Pero mira, dicen que los futbolistas buenos se tienen que adaptar a cualquier estilo y yo creo que poco a poco lo estoy consiguiendo. Lo que es innegociable en este equipo es que hay que morir por el escudo y yo creo que hoy en día nadie me puede recriminar algo así.
Al principio no lo llevé muy bien porque el estilo de juego no era el ideal para mi fútbol.
¿Y a nivel personal?
Muy bien, la verdad. Como digo, al principio de temporada tuve cuatro o cinco partidos buenos, pero que no logré marcar. Y eso mentalmente siempre afecta. Nunca he sido un jugador de tener muchas ocasiones y aquí las estoy encontrando. Ya estoy encontrado mecanismos para poder estar cerca de la portería y crear peligro, por eso debe mentalizarse la gente de que somos totalmente diferentes a los que estuvieron aquí el año pasado.
Ya sabes que el año pasado fue histórico aquí. Javi Gómez hizo catorce goles en liga y Calle hizo ocho. Pero vosotros no tenéis la culpa de todo eso, ¿crees que la exigencia del público por lo que había visto os perjudicó a los delanteros que estáis esta temporada?
Yo creo que sí han sido injustos con nosotros en algún momento. No es lo mismo tener dos rematadores de 1,90 que nosotros que no somos tan altos. Yo llego al 1,80 raspado y mis cualidades son otras. Diego llega al 1,85 y tiene otras cosas, ya que cae muy bien al espacio y tiene mucha calidad. La gente no cae en que Diego jugó en Segunda División porque es muy buen futbolista. Ahora tenemos a Pau que hace otra labor, porque él es bueno en la función de fijar a los centrales. Yo creo que la afición debe conocer el equipo que hay. Y tenemos un grupo para estar en Segunda B. Si yo no hubiese pensado eso, no habría venido aquí. Y hay que entender que hay momentos buenos y malos. He tenido situaciones desagradables con personas que poco pueden debatir de fútbol. Y te tienes que callar. Y yo lo digo, no tengo miedo a decirlo. Siempre con educación. Por supuesto que me puedes criticar, pero sé consecuente y dime las cosas con sentido. Yo sé que he tenido partidos donde no estuve acertado, pero eso nos pasa a todos y no a todos nos miden con el mismo rasero. Están totalmente equivocados.
Fue una pena no ganar al Navalcarnero, un rival directo que se escapó de la gran primera media hora.
Los primeros 35 minutos tiramos siete veces a portería. Hay una que le sacan a Salva debajo del larguero que es increíble. Son cosas que no te salen cuando estás en dinámica mala.
Llegamos al partido contra el Mensajero que estrenará nuevo entrenador. Una jornada clave.
Sabemos lo que nos jugamos. Yo en lo del entrenador no creo mucho porque los jugadores son los mismos. Aquí en la ida demostramos el equipo que somos. Jugamos con 10 todo el partido y es el partido que mejor fútbol hemos hecho en casa. Sabemos perfectamente cómo hacerles daño y vamos allí convencidos de puntuar.
¿Cómo estáis viviendo desde dentro la cuestión de ser tan pocos en el vestuario? Casi tenéis prohibido coger un resfriado...
Imagínate. Estamos todos con algodones... No puedes trabajar igual, porque no puedes trabajar igual con 14 que con 20 jugadores. Pero mira, una parte positiva es que el nivel de atención y responsabilidad crece. Hay que cuidarse mucho más durante la semana en todos los sentidos.
Hay que pensar en las matemáticas y tenemos que sacar puntos fuera.
¿Por qué está siendo tan diferente el equipo en casa y fuera?
Es lo que todos nos preguntamos. El fútbol es fútbol y los rivales aquí no vienen igual porque saben lo que les espera en el Paquito. Y ellos fuera saben de nuestro comportamiento fuera, hemos sido endebles y eso lo debemos solucionar. Hay que pensar en las matemáticas y tenemos que sacar puntos fuera.
¿Nos vamos a salvar?
Estoy convencido. Aquí hay un buen grupo y muy buenos futbolistas. Hay tiempo suficiente para solucionar las cosas. Tenemos que ir semana a semana con el cuchillo entre los dientes.
Para terminar, como curiosidad, he visto que en tu perfil de Twitter tienes una foto de Conor McGregor. Un luchador irlandés de MMA (artes marciales mixtas) que es un icono de la UFC (la mayor empresa organizativa de este deporte en el mundo). ¿Sigues toda la competición o solo le sigues a él?
Es uno de mis hobbies, me encanta. Cuando voy al gimnasio o la playa en Valencia suelo practicar, aunque últimamente no lo hago por el riesgo a lesionarme y no es el momento más oportuno. En cuanto a McGregor, yo le seguía incluso antes de ser tan famoso. Le admiro mucho por todo el trabajo que desarrolló y por lo que tiene, que es algo que se ganó él.
Retó a Mayweather y dicen que Floyd le evita desde hace tiempo.
Yo creo que boxeando no tiene nada que hacer contra Floyd. Obviamente, en MMA le ganaría muy sobrado.
¿Hoy en día es el mejor?
Yo creo que sí. En artes marciales mixtas es el mejor y psicológicamente te trabaja mucho y te desquicia. Yo temía por su combate con Aldo, pero McGregor le machacó en 30 segundos.
