Queda muy poco para que comience el Carnaval 2017 de Socuéllamos. Este sábado será un día especial para todos, pero habrá una familia que lo vivirá con una intensidad especial. José Flores será el encargado de abrir oficialmente la fiesta más irreverente del año y sobre el escenario no estará solo. Le acompañarán su esposa, hijos, yernos y nueras, nietos, cuñados… hasta 18 personas.
José tiene muchos carnavales a sus espaldas, pero reconoce que estos días se siente “igual que los toreros cuando se va acercando la corrida”. Ya tiene todo el pregón preparado, una proclama que, advierte, no “será humorística”, pero transmitirá de forma sincera sus vivencias y su forma de entender esta fiesta.
Su afición al Carnaval viene de lejos: “Empezamos en 1989 y desde entonces no hemos fallado ningún año. Empezamos con la Asociación Cacún, que la fundó Carmelo Cabezuelo. Éramos muy amigos y esos inicios los voy a contar en el Pregón”.
Para José Flores –y para muchos de los socuellaminos que lo vivieron- aquella fue “la época dorada del Carnaval de Socuéllamos”. Recuerda que en su niñez, el Carnaval se reducía a las máscaras callejeras. Cuando la asociación tomó las riendas, aquello se desbordó: “Carmelo empezó a mover el Carnaval poco a poco y llegamos a salir 32 comparsas del pueblo. Más de 1.500 personas disfrazadas. A nivel local, era impresionante. Las tiendas de telas, botones, sombreros… Había mucho movimiento en Carnaval en todos los sentidos, también económico”.
Llegamos a salir 32 comparsas del pueblo. Más de 1.500 personas disfrazadas.
Desde entonces, reconoce que el Carnaval ha cambiado y ahora es totalmente distinto. “Ahora es mucho más laborioso para las comparsas, que llevan trajes muchos más bonitos, una puesta en escena y unas coreografías más elaboradas… Antes no teníamos que ensayar, salía cada uno a su bola. Lo único que hacíamos era sacar temas y decíamos: pues vamos de chinos. Luego nos juntábamos y ya está… eso sí, hacíamos muchos utensilios. Para mí, era más divertido y ahora es más profesional”.
Después de Cacún, Flores presidió durante mucho tiempo la comparsa Los Mismos. Esta comparsa se dividió y nació Male Male Mía, “aunque aquí ya han tomado la dirección los hijos”, señala. Desde hace dos años, ya no se disfraza, aunque participa realizando el recorrido en el coche que lleva el letrero de la comparsa
Eso sí, esta pasión por el Carnaval la han sabido transmitir a sus hijos. José recuerda los años en los que se iban al baile de Rex y se llevaban mantas para cuando el sueño venciera a los pequeños. “Durante esos tres días cerrábamos el taller y ya recuperábamos luego el trabajo. El cine Rex se ponía que no se podía andar”, rememora.
A la entrevista acude acompañado por una de sus hijas y su nieta. Marisa Flores reconoce que el Carnaval es algo que han vivido desde muy pequeños y lo llevan dentro. “La semana de Carnaval en mi casa siempre ha sido una locura. Nos ha gustado a todos, lo hemos vivido mucho y lo hemos disfrutado en familia. Nos salía de dentro y lo hemos transmitido también a nuestras parejas y a nuestros hijos”.
El sábado, José estará bien arropado. La familia Flores dará el pistoletazo de salida a esta fiesta en la que la diversión sana, el humor, el ingenio y también el esfuerzo toman protagonismo en la calle. “El Carnaval es para disfrutar y en el Pregón voy a contar cómo lo he vivido siempre”, concluye José. Ahora, toca disfrutar.
