viernes. 26.04.2024

Desde hace unas semanas, el mundo ha sucumbido a un fenómeno sin precedentes: Pokémon Go. La aplicación de realidad aumentada ha causado auténtico furor en todo el planeta y Socuéllamos no ha sido menos. Durante estos días, se pueden ver por las calles de la localidad grupos de jóvenes –y no tan jóvenes- cazando pokémons con sus teléfonos móviles.

Por el momento, Socuéllamos cuenta con dos pokeparadas: una situada en la Plaza de la Iglesia y otra en la rotonda del avión, frente a la ermita de Loreto. En estos lugares estratégicos se pueden conseguir objetos de valor en el juego como pokéballs, incienso, pociones, etcétera… Eso sí, nuestra localidad carece de gimnasios (lugares donde se puede combatir con otros jugadores y entrenar a los Pokémons para que evolucionen) y el más cercano se encuentra en Tomelloso.

No obstante, Niantic, la empresa desarrolladora del juego de Nintendo, ha anunciado que los jugadores podrán crear, a través de un formulario, sus propias pokeparadas y gimnasios.

Realidad aumentada

Uno de los mayores atractivos del juego reside en la realidad aumentada, la mezcla de realidad y ficción. Gracias a la geolocalización, el juego se desarrolla en el mundo real y al abrir la aplicación aparece un mapa virtual del lugar en el que se encuentra el dispositivo. El jugador es un cazador que, con la ayuda de la cámara del teléfono, debe atrapar estos seres usando pokéballs (un dispositivo que se lanza contra el Pokémon para atraparlo en su interior). A partir de ahí se pueden entrenar y alimentar a los seres para conseguir que evolucionen y luego luchar contra los Pokémons de otros usuarios.

El objetivo es cazar todos los posibles de los 150 disponibles hasta el momento. Además, el jugador debe elegir entre tres equipos distintos: Sabiduría, de color azul; Instinto, de color amarillo y Valor, de color rojo.

Fenómeno mundial

Desde el lanzamiento de Pokémon Go no dejan de aparecer noticias y curiosidades sobre las situaciones que está generando este juego y que son de lo más variopintas. Desde la esperpéntica situación vivida en Central Park con la aparición de un Pokémon Vaporeon y la carrera de cientos de neoyorkinos para cazarlo, a la prohibición de la Policía Local de Sevilla de una quedada multitudinaria para atrapar pokémons.

Desde su salida al mercado, hace apenas 20 días (en España salió el 15 de julio), el juego ha superado todas las previsiones dejando tras de sí toda una corriente de opiniones favorables, contrarias e incluso apocalípticas sobre su efecto entre la población. Sus detractores lamentan que el juego interfiera en la vida cotidiana de los pueblos y ciudades, e incluso las autoridades han advertido sobre su influencia en la seguridad vial, ya que se han dado casos de accidentes de tráfico debido a que el conductor o el peatón estaban distraídos con el juego. También se han producido allanamientos de morada de jugadores que han accedido a propiedades privadas en busca de un Pokémon escurridizo o pequeñas estafas con el popular juego como excusa.

Sus defensores, en cambio, enumeran distintas virtudes de un juego que está modificando las formas de interacción social. Entre ellas, destacan que, lejos del sedentarismo que han propiciado los videojuegos convencionales, Pokémon Go incita a los jugadores a salir a la calle, a conocer sus entornos y a hacer ejercicio. No hay que olvidar que para lograr que nazca un huevo Pokémon, el jugador debe caminar varios kilómetros, por lo que, de alguna manera, también fomenta la práctica de deporte.

En cualquier caso, la aplicación está causando auténtico furor. La compañía Nintendo, que duplicó su valor en Bolsa tras el lanzamiento del juego, ha experimentado este lunes una importante caída del 18% tras limitar el impacto que la aplicación tendrá en sus cuentas. No obstante, se trata de un fenómeno que está innovando también en parcelas como el marketing.

En Socuéllamos el juego está ganando cada vez más adeptos y pronto será normal ver ‘batallones’ de jóvenes que, móvil en mano, salen a la caza de estas criaturas que se popularizaron en los años noventa y que ahora han vuelto a seducir a cientos de miles de personas en todo el mundo.

La fiebre de Pokémon Go también llega a Socuéllamos