sábado. 20.04.2024

Mi relación con Socuéllamos

Mis relaciones con el fútbol de Socuéllamos se basan en dos personajes: Pilar López y Andrés Marchante. De la primera he ido siguiendo sus vicisitudes como responsable de diversas selecciones españolas de fútbol femenino, la mayor peripecia de las cuales fue la reciente reanudación de la final europea sub-19 a pesar del diluvio que empantanó el césped del estadio eslovaco. Leyendo lo que Pilar explica se percibe la gran distancia que aún falta por recorrer en términos de igualdad: ella es una de las que lucha por acortar el abismo.

Y mi amigo Andrés Marchante acostumbra a explicarme lo que le sucede en el Paquito Giménez. A veces se trata de un gol excepcional, como el de Javi Gómez hace unos meses, ese gol “a lo Ibrahimovic” que por una vez puso a Socuéllamos en el mapa mundial del fútbol

Más a menudo, Marchante se explaya acerca del juego de la Unión y sobre todo de la figura de Ángel García Cosín. A través de mi amigo he ido conociendo el perfil de este entrenador y hay un rasgo que me parece relevante, sobre todo ahora en que los resultados coyunturales son menos positivos que las temporadas anteriores: es su idea de que el principal papel del entrenador consiste en hacer de guía de su equipo.

Después de haber conocido a varios de los más grandes entrenadores del mundo, debo decirles que este es precisamente el principal rasgo en el que coinciden todos ellos: el sentimiento de que han de servir de guía a su equipo. El fútbol unifica a todos en su problemática, a los más grandes y a los más modestos: todos se enfrentan a dificultades similares, aunque cambie la dimensión; problemas para confeccionar una plantilla coherente, problemas con las lesiones, problemas con resultados que no son acordes con los méritos demostrados, problemas con el ego de los jugadores… Todo entrenador debe resolver dificultades similares para conseguir ser un buen guía de su equipo, con independencia de la categoría, el dinero o la fama que acarree su cargo.

Nadie puede saber qué sucederá esta temporada, si la UD Socuéllamos volverá a pelear en los playoffs, aunque hoy parezca complicado, o si deberá aferrarse con uñas y dientes a la categoría: el fútbol es el deporte con mayor incertidumbre de cuantos se practican, posiblemente incluso más que el golf. Pero dentro de las escasas certezas que hay, parece evidente que García Cosín seguirá trabajando a destajo por éste pequeño milagro. Porque se trata de un pequeño milagro: que una población como Socuéllamos tenga nombre propio en Segunda B es tan meritorio que nadie debería olvidarlo cuando los resultados sean menos brillantes de lo deseado.

*Martí Perarnau es periodista y exatleta. Como deportista participó en los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980, en la modalidad de salto de altura. En periodismo ha ocupado puestos de responsabilidad en numerosos medios, entre los que destaca TVE, Cadena SER o Antena 3, entre otros. Desde hace años dirige su propia publicación -Perarnau Magazine- y colabora como analista deportivo en diversos medios. Además, ha publicado los libros 'Senda de Campeones' sobre las categorías inferiores del FC Barcelona y 'Herr Pep' sobre el entrenador Pep Guardiola. 

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