miércoles. 24.04.2024

Feliz Navidad

Aunque te parezca extraño no quiero felicitarte la Navidad. Ni siquiera sé si tienes ganas o razones para celebrarla y por eso quiero que reflexiones conmigo en este momento que lees estas líneas. 

La Navidad no es una fecha, no es un acontecimiento, no es un hito histórico o religioso, no es una familia al lado de una mesa repleta de manjares, no es un árbol con luces que nos recuerda quién está y más aún quién no volverá.

La Navidad no es la mirada de un niño sonrojada, brillante, llena de luz esperando un regalo. La Navidad no es ese beso, ese abrazo que parece parar el mundo, que sobrecoge todo tu cuerpo. La Navidad no es una oportunidad de cambio, de recordarte que tienes 365 alternativas para ser quién quieras ser, da igual cuál sea tu pasado. 

La Navidad no son los medios de comunicación que te recuerdan la cantidad de necesidades innecesarias que debes tener a tu alrededor o las emociones tan positivas que puedes vivir estos días con los tuyos, lleno de buenos propósitos.

La Navidad no es estar con ellos y sentirte querido. La Navidad no es llorar de tristeza a la vez que te invade una alegría al ver las personas que llegan a tu vida y que tanto amas. La Navidad no es dar las gracias y sentirte afortunado a pesar de cierta desdicha.  

La Navidad no es armonía, reto, balance, equilibrio, sueño, magia, unión, paz, esperanza, perdón... AMOR. La Navidad no lo es.

Navidad eres tú, lo que haces, lo que dices, lo que sientes y más esencial el cómo y para qué que empleas. Navidad es tu actitud, tu perseverancia, tu esfuerzo por hacerte feliz, sean cual sean las circunstancias, recordando el pasado, valorando el presente y buscando esperanza en el futuro. 

Navidad eres tú, lo haces tú mismo y depende de ti. Felicidades por ser quien eres, por sentir como tú consideras, por tu actitud, por esforzarte por hacerte feliz y por compartir con los ciudadanos de Socuéllamos este 2016.

Y si en estas fechas echas de menos y ese recuerdo parece una lucecilla del árbol que brilla en Navidad, no la apagues... déjala encendida. Te recuerda quién eres, qué quieres y, sobre todo, lo que necesitas. “Si le recuerdas, está contigo, si le recuerdas existe por siempre".

Feliz Navidad