jueves. 25.04.2024

De nuevo elecciones

De nuevo elecciones. Cinco meses perdidos, pero ¿habrá terceras elecciones? Había esperanza que con la llegada de lo que ellos llamaban la nueva política, vendrían aires frescos, nuevas formas, pero por desgracia es más de lo mismo. Ya hemos visto a los ‘salvadores’ de Podemos querer sólo sillones.

Todos culpamos de este fracaso a los líderes políticos: “no han entendido el mensaje”, “no están acostumbrados a negociar, a ceder”… Cierto y mucho de verdad hay en estas afirmaciones. Pero a mí siempre me gusta meterme en la piel de estos personajes. Todos hemos hablado mucho durante estos meses de negociaciones y los hay de todos los gustos y colores.

Cuando Pablo Iglesias salió de su reunión con el Rey, ya se sabía que no quería acuerdo: sólo buscaba protagonismo y echar toda la leña al fuego para torpedear cualquier acuerdo con el PSOE.

Fuimos muchos los que en ese momento pensamos: imposible pactar con alguien tan egocéntrico, presuntuoso, dictador y chulesco. ¿Alguien puede entender que si realmente hubiera tenido voluntad de llegar a algún acuerdo saliera, sin haber hablado con el líder del PSOE, con el gobierno hecho y los ministerios repartidos? Eso sí, él vicepresidente, y para Podemos, Defensa,  Interior, Policía, Guardia Civil, BOE, Asuntos exteriores, medios de comunicación, TV, Prensa, Radio, agencia EFE, servicios secretos. Para los del PSOE, llevarles el botijo de agua. ¿Eso es tener voluntad de diálogo? Ante esa humillación que lanzó al PSOE, es preferible quedarse fuera de cualquier acuerdo. Por dignidad, no se puede gobernar a cualquier precio.

Después del pacto PSOE-Ciudadanos, comentarios de todos los pareceres. A mí me decían: como el PSOE pacte con Podemos, no lo voto más; también al contrario: como pacte con Ciudadanos no lo voto más. Yo siempre digo lo mismo, cojamos un papel y hagamos cuentas: PSOE+Ciudadanos, 134 votos. PP-Podemos-IU, 194 votos. Es decir, 60 votos más en contra.

Bien, pacto por la izquierda, tan cacareado por el sr. Iglesias: PSOE 90+Podemos, 42+los catalanes ,12+mareas gallegas, 6+compromis valenciano, 6+IU 2. Total, sumando a cinco partidos que componen el conglomerado de lo que se llama Podemos, suman 161. Ahora en contra, siempre por supuesto el PP y Ciudadanos, 163. Tampoco salen las cuentas.

Por tanto, para que los votos cuadren, habría que conseguir que además de esos seis partidos, al menos otro más. ¿Los vascos?, ¿es viable un gobierno de siete partidos? Bien entendido que el PNV no es de izquierdas.

Lo único claro en este mapa es la soledad del PP. O saca mayoría absoluta, cosa imposible, o nunca tendrá nada que hacer. Es como si tuviera la peste, nadie quiere acercarse por miedo al contagio, pero de su enfermedad, que es la corrupción y sus mentiras que lo corroen y lo sangran por todas partes.

Si los resultados, como parece que se avecinan, apenas varían, o vamos a un acuerdo de tres, o nunca habrá gobierno. Y eso, no solo deben asumirlo los líderes políticos, sino también los ciudadanos.

El objetivo de todos los partidos es comerse al PSOE. Hoy es la guinda de este pastel. Al PP le interesa que los ‘malos, malos’, que son Podemos, sus confluencias, más IU, tengan posibilidad de pasar al PSOE. Aquí entra en juego el miedo, “que vienen los malos”. Eso es lo que moviliza a su electorado, fundamentalmente de extrema derecha, y así arrancar algún voto más. También le pronostican la pérdida de algunos diputados, aunque siga siendo la fuerza más votada.

Pablo Iglesias, ante la bajada que le auguran las encuestas, usa sus dos topos que tenía en IU: antes su pareja Tania Sánchez y ahora a su amiguito del alma Pablo Garzón. Con estos dos ‘topos’ se carga a IU, y sumando votos, pretende adelantar al PSOE, que es su obsesión. Además cuenta con la bendición de su mentor político, Julio Anguita, que se ve reflejado en este joven cachorro, para conseguir lo que él nunca consiguió: ser una fuerza relevante en la izquierda. Y todo eso, a pesar de su ‘purismo izquierdista’, no le impidió pactar la célebre ‘pinza’ con Aznar para desgastar al PSOE de Felipe González. Aunque habrá que ver cómo reaccionan los votantes de IU, al saber que se los va a ‘chupar la polea’.

Podemos no es algo que surge espontáneamente como quieren hacernos creer. Es un experimento de laboratorio dirigido por expertos catedráticos y profesores de Ciencias Políticas. Comenzó siendo el 15M, aprovechando la angustia de millones de personas en paro, desahuciadas de sus casas… Eran los salvadores, pero ellos son personas adineradas, algunas incluso como Carolina Bescansa, de familias de rancio abolengo gallego y después del numerito del bebé en el congreso, tenía a la chacha latina y al chófer familiar esperando en el patio para llevarlos su lujosa mansión. Estos son lo que se convierten en salvadores de los pobres.

Después, al ver rebajadas sus aspiraciones, siempre mirando las encuestas, ya no eran de izquierda. Eran los de arriba y los de abajo. Al fin se dan cuenta que sólo desde posiciones moderadas, es decir, socialdemócratas, pueden vencer, pero ese espacio está ocupado  por el PSOE, por tanto hay que comérselo de la forma que sea.

Por la derecha, Ciudadanos le ha comido buena parte del pastel al PP, pero sigue dentro de este partido todo lo que fue y sigue siendo la extrema derecha. ¿Dónde están Falange, Fuerza Nueva, etc.? Y estos votan lo que les pongan, de aquí que el PP siga manteniéndose como primera fuerza con lo que le está cayendo.

O el electorado del PSOE se moviliza y no cae en el desánimo o, como esta gente de Pablo Iglesias coja un voto más, veremos cómo ya no importará pactar con quien sea -hasta  con la Biblia en verso, como decía mi abuela- por conseguir su objetivo: MANDAR. De hecho, sigue repartiendo cargos: ahora le da la vicepresidencia Pedro Sánchez. Despropósito y chulería más grande nuca se ha visto.

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