jueves. 25.04.2024

Tolerancia cero frente a las agresiones al personal sanitario

Este lunes tenía lugar en Socuéllamos una concentración convocada por el Sindicato Médico de Castilla-La Mancha ante las agresiones físicas y verbales que sufrieron un médico y un enfermero en el servicio de Urgencias del Centro de Salud de Socuéllamos el pasado 19 de noviembre.

No es la primera vez que hay que lamentar este tipo de hechos en nuestra localidad. En la última década se han producido varias agresiones por parte de pacientes al personal facultativo, lo que llevó al Sescam a dotar de personal de seguridad el servicio de Urgencias. Una de las reivindicaciones que lanzaba ayer el personal sanitario era precisamente el regreso de esa seguridad, eliminada por los recortes sanitarios.

Según el Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), en 2015 se registró un aumento del 4,94% respecto al año anterior de las agresiones a médicos. En Castilla-La Mancha, estas agresiones se elevaron a 16, siendo la sexta comunidad autónoma con mayor número de incidentes.

Son datos que deben llevar a la reflexión. Hay muchos ciudadanos que están descontentos con la atención médica que reciben, ya sea por los tiempos de espera, un posible mal funcionamiento del centro o discrepancias con el médico sobre los diagnósticos o los tratamientos. Para ello existen los correspondientes canales a través de los cuales se pueden expresar las quejas. Aunque existe la creencia popular de que las hojas de reclamaciones no son útiles, es el mecanismo habilitado y por el que se deben encauzar nuestras demandas.

Lo que es evidente es que ninguna situación o discrepancia justifica la violencia. En este último caso ha habido que lamentar una agresión física, que es más grave si cabe, pero los médicos denuncian agresiones verbales que se producen con frecuencia, que no son tan visibles pero sí son igualmente condenables.

Desde el sindicato piden a la administración regional que tome medidas para prevenir este tipo de actuaciones. Los pacientes, al igual que el personal sanitario, tienen derechos y deberes que debe cumplir para el normal funcionamiento del sistema sanitario. Es significativo que la violencia en este ámbito se haya convertido en un problema y nos debe llevar a repensar hacia dónde se dirige una sociedad en la que valores como el respeto y las normas básicas de educación quedan, cada vez con mayor frecuencia, en un segundo plano.

Tolerancia cero frente a las agresiones al personal sanitario