miércoles. 24.04.2024

Socuéllamos, un pueblo que se vuelca con el Deporte

Este fin de semana, tras el parón navideño, el deporte ha vuelto a nuestro pueblo y más allá de los resultados, queremos hacer hincapié en las grandes aficiones que arrastran.

Las primeras Olimpiadas modernas, que se disputaron en Atenas en 1896, asistieron a una victoria excepcional. Un atleta aficionado, Spiridon Louis, que se dedicaba a la venta ambulante de agua, desataba un fuerte fervor nacionalista al ganar contra todo pronóstico la carrera de maratón. Spiridon fue recibido por los reyes griegos y convertido en mito nacional. La alegría de los griegos contrastaba con la pobreza del país, que pasaba por una de sus mayores crisis políticas y económicas. Al término de los Juegos Olímpicos, llevada por la exaltación del momento, Grecia exigió a Turquía la isla de Creta y se lanzó a una rápida guerra, conocida como la ‘Guerra de los treinta días’, que perdió estrepitosamente ante el Imperio Otomano. 

Que el deporte lleva asociada una gran facilidad para engendrar pasiones también lo entendió Benito Mussolini, que identificó el régimen fascista con los éxitos de su selección de fútbol en los mundiales de 1934 y 1938. Los jugadores trasalpinos afrontaron ambas contiendas bajo la consigna de ganar o morir y quizás por ello, Winston Churchill observaría años después que los italianos perdían las guerras como si fueran partidos de fútbol, pero jugaban al fútbol como si fuesen a la guerra. Alguien tan perspicaz como Henry Kissinger comparó  la meticulosa táctica que desplegaba Alemania Federal en sus partidos con la estrategia militar de un Estado Mayor. Para Kissinger, los deportistas, al igual que los soldados en otros tiempos, encarnaban los valores y el espíritu de la sociedad a la que representaban, su capacidad de sacrificio, su solidaridad y cohesión, su voluntad irreductible, su ingenio ante la adversidad…

El deportista representa valores que todos entendemos como positivos, su tesón le lleva a adquirir la máxima destreza en una determinada disciplina y compite en ella al límite de sus fuerzas. Su pundonor genera orgullo y admiración, de ahí la identificación de cada sociedad con sus equipos y sus deportistas. Hace unos pocos días, nuestro diario conocía el caso de un joven tenista socuellamino, Yahir Alcolea, que pedía apoyo económico para poder seguir compitiendo. Su repercusión en los medios de comunicación comarcales y en las redes sociales ha sido extraordinaria y ya ha recibido muestras de solidaridad de particulares y pequeñas empresas y también de alguna más grande, que le ha citado para hablar con más calma.

Este fin de semana, tras el parón navideño, el deporte ha vuelto a nuestro pueblo y más allá de los resultados, queremos hacer hincapié en las grandes aficiones que arrastran. No vamos a hablar de campos llenos, porque sería una exageración, pero sí de una legión de fieles que sigue con interés cada deporte. Así, tenemos, por ejemplo, un equipo juvenil de fútbol, el Cristo de la Vega, que con una mayoría de futbolistas de primer año, compite con otros equipos más hechos, llenos de futbolistas de segundo y tercer año. Ayer sacó un valioso empate ante un rival que se mueve por arriba en la tabla y se hubiera llevado los tres puntos de no ser por un desafortunado penalty por mano en el último minuto del partido. 

El Zona Centro, nuestro equipo de fútbol sala, logró un estupendo triunfo ante un rival directo en un pabellón Gran Gaby que mostraba unas gradas muy concurridas y un excelente ambiente. Y qué decir del CB Socuéllamos, que está batiendo todos los récords de la categoría al sumar su décima victoria de diez posibles. La Unión, nuestro equipo de fútbol sénior perdió el domingo en su derbi regional con el Guadalajara, un equipo que se le resiste en su campo, pero lleva dos años paseando sus glorias deportivas por España en una categoría, la 2ªB, que le lleva a visitar ciudades que nos multiplican en habitantes (hace una semana fuimos a Fuenlabrada, de casi 200.000 habitantes y la semana que viene nos visita el Barakaldo, que tiene 100.000 habitantes) y siempre deja bien alto el nombre de Socuéllamos allá por donde va.

Este domingo disfrutamos también de una exhibición de judo en el Roberto Parra y de un campeonato de Tirachinas en el Carmen Arias, disciplina que aún no está federada pero en la que nuestro equipo local ya ha conseguido importantes logros, quedando primero en el Campeonato de España 2014 por equipos. Y por si fuera poco, Socuéllamos acaba de fundar un equipo de rugby, un Club de Squash y se observan movimientos para crear un club de escalada. Y seguimos teniendo importantes individualidades en deportes de lucha, así como importantes ciclistas, jinetes y atletas, como nuestro gran referente, Juanjo Alarcón. Y eso que este fin de semana no jugaron las chicas del Club de Voleibol Kiele Socuéllamos...

Si uno se detiene a pensarlo, es todo un lujo que un pueblo de sólo 13.500 habitantes cuente con tantos equipos federados y permita la práctica de tantos deportes. Y esto es así porque, además de practicantes, hay seguidores que los apoyan e instituciones que los respaldan. Por eso, desde SOCUÉLLAMOS DIGITAL queremos apoyar el deporte socuellamino y afirmar, como dijo el legendario entrenador escocés Bill Shankly, que el fútbol, el deporte en general, no es una cuestión de vida o muerte, "sino algo mucho más importante".

Socuéllamos, un pueblo que se vuelca con el Deporte