miércoles. 24.04.2024

Socuéllamos necesita industria

La economía de Socuéllamos está sustentada, en gran medida, por la agricultura. Las miles de hectáreas de viñedo y la producción de nuestras bodegas y cooperativas hacen de la localidad un referente vitivinícola que da trabajo de forma directa e indirecta a muchas familias.

El sector servicios también tiene gran importancia en nuestro tejido económico y, después de ser fuertemente golpeado por la crisis, inicia ahora una etapa de recuperación con el objetivo de estabilizarse y crecer, en la medida de lo posible. Algo que, de momento, no ocurre con la construcción que, si bien comienza a resurgir poco a poco, no es nada comparable a los años de la burbuja inmobiliaria.

Sin embargo, el punto débil de Socuéllamos continúa siendo la industria. A pesar de que existen empresas potentes que exportan sus productos a nivel nacional e incluso internacional, son escasas para las posibilidades de un pueblo de las características del nuestro. Muchas de las fábricas y grandes empresas que daban trabajo a los socuellaminos -con un gran auge hace décadas de la industria textil- fueron desapareciendo paulatinamente, dejando al pueblo por detrás de otras localidades de la comarca.

En los últimos años se han visto esfuerzos para atraer nuevas empresas a la localidad, aunque sin éxito hasta el momento. En julio de 2010 se inauguraba la obra de urbanización del polígono industrial El Llano I-3 con un total de 138.000 m², 77.000 metros edificables de suelo industrial y 39 parcelas de entre 470 y 7.600 m². El precio rondaba los 36 euros el metro cuadrado y el equipo de Gobierno de entonces aseguraba que era un 50% más barato que el precio de mercado en nuestra comarca. Seis años después, continúa como entonces: sin ninguna empresa.

Para incentivar la ubicación de empresas se llevaron a cabo distintas acciones desde la administración local. En el año 2014 se firmó un convenio con la Consejería de Fomento para incluir nuestro municipio en el mapa de suelo industrial de Castilla-La Mancha. Del mismo modo, el Pleno aprobó un reglamento de subvenciones que bonificaba a las empresas que desearan instalarse en el nuevo polígono con la exención del pago de impuestos y una reducción del precio del suelo en función de la contratación. Una empresa con ocho trabajadores contratados hubiera obtenido el suelo a coste cero.

Sorprendentemente, ninguna de estas acciones ha tenido resultado alguno y Socuéllamos continúa careciendo de una red industrial potente. El nuevo equipo de Gobierno prometía en su programa electoral la creación de un servicio especializado de captación de empresas foráneas para su ubicación en la localidad, pero aún se desconoce cómo será su desarrollo y puesta en marcha.

Hace tan sólo unos días, la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, decía que Castilla-La Mancha "está apostando por una recuperación económica y social, manteniendo unos entornos favorecedores tanto para la implantación de nuevas empresas, como para la generación empleo". Tenemos que conseguir, decía, "que la región sea un polo de atracción, de modo que empresas que en otros entornos o mercados se sienten más desprotegidas, vengan a Castilla-La Mancha". La consejera, sin embargo, tampoco especificaba cómo iba a conseguir construir esos "entornos favorecedores".

El problema no es local  y ni siquiera, como estamos viendo, regional. La reindustralización de España ha sido promesa electoral en más de un candidato a la presidencia y aunque el sector secundario ocupa un menor porcentaje en nuestra economía de lo que aconseja la Unión Europea, seguimos siendo una potencia en sectores como la automoción, la ingeniería civil, las telecomunicaciones, la alta velocidad, la industria textil o la agroalimentaria. Mimbres, por tanto, tenemos de sobra y por eso no hay que cejar en el empeño de traer a nuestro pueblo proyectos industriales que generen empleo. Para ello, además de ofrecer condiciones ventajosas hay que saber presentarlas en los foros adecuados y hacerlo de manera atractiva. Como ocurre a menudo, la promoción del 'producto' es tanto o más importante que su calidad.

El paro continúa siendo alto en nuestra localidad. Muchos jóvenes han demostrado que quieren quedarse a vivir en Socuéllamos pero deben tener oportunidades. Ante este panorama, la industrialización vuelve a ser el objetivo de nuestros políticos. La tarea no es fácil, ya que influyen numerosos factores como las comunicaciones, pero esperemos que este objetivo se vaya logrando, por el bien de la economía local y del futuro de los socuellaminos.

Socuéllamos necesita industria