jueves. 28.03.2024

Las fiestas en Socuéllamos: revisar los formatos respetando la tradición

Socuéllamos tiene la suerte de ser un pueblo con multitud de fiestas y celebraciones que se suceden a lo largo del año, ya sean organizadas por el propio Ayuntamiento o por colectivos y asociaciones. Aunque muchas de ellas tienen un marcado sentido religioso (San Antón, los Mayos, Los Santos, la Romería,…) y otras un origen laico (Barrio Casqueral, Manchavino…), en ambos casos es indudable la importancia que tiene la tradición.

Conjugar los usos y costumbres que pasan de generación a generación y la adaptación a las nuevas realidades y demandas de los vecinos no es tarea fácil. Sin embargo, en muchas de las fiestas socuellaminas asistimos a un agotamiento de los formatos. Si bien no se trata de romper la tradición –con lo que se ha hecho ‘siempre’-, algo además harto difícil en determinadas fiestas, sí creemos necesario revisar la forma de enfocar determinados planteamientos.

Si repasamos los programas de actividades de las fiestas socuellaminas en la última década, descubrimos que, tanto las de iniciativa municipal como asociativa, siempre siguen el mismo patrón. Aunque se introducen variaciones lógicas y alguna que otra novedad, la estructura es idéntica año tras año.

Esto provoca, irremediablemente, un cansancio en los vecinos que, cada vez en mayor número, optan por aprovechar los días festivos para irse de vacaciones o simplemente quedarse en casa. En general, ni la Romería, ni las fiestas del barrio Casqueral, ni la Feria, por citar algunas de las principales, tienen hoy la participación de hace unos años.

Esto no quiere decir que sea necesario romper con la forma de vivir nuestras fiestas, pero sí hacer, al menos, una reflexión sobre la conexión con los vecinos –especialmente los jóvenes- que, al fin y al cabo, son los protagonistas. Organizar cualquier fiesta requiere un gran trabajo y una dedicación que es justo reconocer, y por ello mismo, en ocasiones, es triste que el resultado de ese esfuerzo sea una escasa participación.

El problema no es que los modelos que existen sean malos o inadecuados. De hecho, muchos de ellos gozaron de gran éxito en su momento. El problema radica en que, a base de repetir la misma fórmula año tras año, decrece el interés y, en consecuencia, la participación. Y no se trata únicamente de introducir puntualmente actividades novedosas. El año pasado, el PSOE, un gobierno distinto al de los últimos 20 años, introdujo iniciativas nuevas en la feria, pero mantenía un modelo similar al de los últimos años. Y ahora, aunque todavía se desconoce al detalle la programación del gobierno del PP, se intuye que la fórmula también será la que se viene utilizando.

Y esta estructura que, insistimos, funcionó en su momento, ya no atrae de la misma forma. Uno de los principales problemas es que se organizan un gran número de actividades, aunque sólo las de un carácter más popular son capaces de aglutinar a un número considerable de vecinos (las marchas a pie y en bicicletas, los concursos de zurra, sangría o tortilla en el parque,…). En este sentido, se echa de menos un mayor protagonismo de las peñas y una implicación más directa de los vecinos en la propia organización.

En cuanto a las fiestas organizadas por asociaciones y colectivos, es frecuente que las juntas directivas reclamen la incorporación de gente joven para que se suceda un natural relevo con nuevas ideas y energías. En este sentido, una buena fórmula es la que ha empleado la asociación del Barrio Casqueral y Estación, que ha renovado su junta directiva pero manteniendo personas que han trabajado en ella durante décadas. Esa mezcla de experiencia y nuevas personas puede ser muy útil para lograr ese equilibrio entre la tradición y la adaptación a los nuevos tiempos.

De este modo, si queremos que Socuéllamos siga teniendo unas fiestas punteras, es necesario plasmar nuevas ideas y formas de vivir las distintas celebraciones, buscando siempre la participación y la aceptación. Para ello, la cadena debería empezar por el Ayuntamiento, revisando los formatos de las fiestas cuya organización recae en responsabilidad municipal, continuar por las asociaciones que se encargan de otras celebraciones y terminar por una implicación de los vecinos para inmiscuirse de lleno en la organización y que Socuéllamos tenga en sus fiestas un verdadero punto de encuentro y convivencia para todos.

Las fiestas en Socuéllamos: revisar los formatos respetando la tradición