viernes. 19.04.2024

Diez años después, Socuéllamos comienza a aplicar la Ley de Memoria Histórica

Socuéllamos daba la semana pasada los primeros pasos para la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, una década después de su entrada en vigor. La aprobación del catálogo de calles afectadas por la Ley y la revocación del nombramiento de Franco como alcalde honorario de la localidad fueron los puntos principales del Pleno del mes de febrero.

Nuestra localidad emprende, por tanto, un camino que ya debería haber recorrido hace años. La urgencia de los trámites viene además motivada por una denuncia interpuesta por un abogado madrileño que obligó al gobierno municipal a agilizar el asunto para evitar posibles consecuencias penales.

Estas medidas han sido acogidas con absoluta normalidad por la ciudadanía y si alguna vez hubo debate en torno a la conveniencia de cambiar las calles, la gran mayoría –como no podía ser de otra forma- entiende que, aunque pueda generar molestias por los cambios burocráticos, es algo que hay que hacer.

Uno de los aspectos positivos de los pasos emprendidos ha sido la utilidad de la Comisión de Memoria Histórica creada al efecto. Compuesta por representantes de los partidos políticos –con y sin representación municipal- expertos e historiadores, este grupo de trabajo ha elaborado el catálogo en un clima de diálogo y consenso, con una marcada voluntad de llegar a entendimientos.

Otra cosa fue el debate plenario, en el que los grupos políticos –como ya es costumbre- se afearon unos a otros sus respectivas actitudes ante la aplicación de la Ley. Aunque casi todos llevaban razón en la mayoría de sus ataques al contrario, desde luego no era el momento para enzarzarse en discusiones.

Precisamente, la propia Ley de Memoria Histórica señala en su redacción que uno de sus objetivos es profundizar “en el espíritu del reencuentro y de la concordia de la Transición”, algo que a veces se olvida. En cualquier caso, el pueblo de Socuéllamos debe sentirse satisfecho por el hecho de que, aunque tarde, se hayan acometido estas actuaciones. Y no ya por dar cumplimiento a una ley, que también, sino por la importancia que tiene para la buena salud de nuestra democracia, que debe ser lo suficientemente madura para cerrar las heridas del pasado con perspectiva, entendimiento y serenidad y seguir mirando al futuro.

Diez años después, Socuéllamos comienza a aplicar la Ley de Memoria Histórica