El pasado viernes algunos comercios de Socuéllamos se sumaron al Black Friday con el apoyo del Ayuntamiento. Se trata de una iniciativa exportada de Estados Unidos que se ha extendido rápidamente y con éxito en España y que, de alguna forma, se ha convertido en un reclamo más para incentivar el consumo antes de la campaña de Navidad.
En nuestra localidad, toda acción que contribuya a dinamizar el comercio es positiva. En los últimos años hemos comprobado cómo desde las asociaciones de empresarios y comerciantes, o desde la propia administración, se han puesto en marcha iniciativas para animar a los socuellaminos a consumir en el comercio local. Feristock, la Noche de Velas, la Ruta del Tapeo, concurso de escaparates… Actividades extraordinarias que recuerdan a los socuellaminos que en la localidad existe una buena red de establecimientos en los que se puede encontrar prácticamente de todo.
Y es que al margen de las dificultades para competir con las grandes superficies que se dan en toda España, Socuéllamos tiene particularidades que complican el éxito de los comerciantes. Desde hace muchos años existe la tendencia a comprar fuera. Sin echar ni siquiera un vistazo a los productos y los precios del pueblo, es común que los socuellaminos se desplacen a las capitales más cercanas a realizar sus compras. Además, la generalización de las compras a través de Internet acrecienta el problema.
Por otra parte, es cierto que la propia fisonomía del pueblo no ayuda. Socuéllamos es de los pocos pueblos que no cuenta con una calle peatonal o una zona donde se aglutine el comercio e invite a los vecinos a pasear y visitar las tiendas. La red de comercios está un tanto dispersa por el municipio y esto dificulta su poder de atracción hacia los consumidores.
Y en última instancia, también es imprescindible una fuerte unión entre los propios comerciantes. Es evidente que cada uno debe defender sus propios intereses, pero es necesaria la colaboración para buscar objetivos comunes. Si el comercio, como colectivo, es capaz de trazar una serie de estrategias para trasladar una imagen de calidad y buenos precios tendrá mucho ganado. Del mismo modo, es necesario extender nuevas estrategias de fidelización que van desde el uso de nuevas tecnologías hasta las alianzas intersectoriales.
Lo que es evidente es que Socuéllamos necesita que la economía fluya en la propia localidad. La agricultura es uno de los principales motores del pueblo, pero los servicios tienen una gran importancia. Si el dinero lo invertimos en comprar en nuestro comercio, estaremos contribuyendo a generar riqueza en el pueblo y, lo más importante, crear puestos de trabajo. Es lo que están haciendo –y con éxito- los municipios de nuestro alrededor. La Navidad está muy cerca y es una buena oportunidad para realizar las compras en Socuéllamos. El beneficio redundará en todos.