La Policía Local de Socuéllamos se ha adherido un año más a la campaña que promueve la DGT sobre control de la tasa de alcoholemia y drogas durante estas fechas navideñas. Se trata de una iniciativa habitual que el Ayuntamiento de Socuéllamos ya lleva realizando desde hace años, con el fin de contribuir a mejorar la seguridad vial de la localidad.
La noticia ha tenido una gran difusión en redes sociales y algún que otro comentario negativo. En algunos ciudadanos perdura la impresión de que las administraciones promueven este tipo de iniciativas con afán recaudatorio, aunque lo cierto es que son vidas humanas lo que está en juego.
Es verdad que algunas actuaciones de la DGT han contribuido a extender la idea de la recaudación. Un ejemplo es la instalación de radares móviles en lugares poco peligrosos, que parecen más destinados a ‘cazar’ al conductor que a evitar accidentes. Pero también son prácticas que se están corrigiendo poco a poco.
En Socuéllamos, como en el resto de España, son numerosas las reuniones de Navidad que se celebran durante estos fines de semana. Empresas, amigos y familia aprovechan estos días para compartir largas comidas que normalmente van acompañadas de alcohol. Y ahí es donde viene el problema. Aunque en la localidad se utilizan los vehículos para trayectos cortos, el tráfico no está exento de peligro. Además, la concentración de la mayoría de restaurantes y bares de copas en el centro facilita que los traslados se hagan a pie. Siempre es mejor disfrutar de un paseo al fresco que conducir bebido.
En este sentido, hay que reconocer la labor policial que se ha llevado a cabo en los últimos años. No hace ni una década, lo común en el pueblo era no llevar el cinturón de seguridad. Hoy, casi el 100% de los conductores de Socuéllamos lo utiliza. Igual ocurre con los sistemas de retención infantil, cuyo uso se ha extendido enormemente en la localidad. Y estos avances se han logrado con campañas similares a la que se va a llevar a cabo esta semana en la localidad.
Los buenos hábitos de los socuellaminos en cuestiones de respeto a las normas de seguridad vial quedan probados si recordamos los resultados de la campaña navideña del año pasado: cero sancionados de un total de 202 controles de alcoholemia y 20 de drogas. Y eso que los controles se realizaron entre los días 15 y 21 de diciembre, cuando proliferan las comidas y cenas de Navidad entre amigos y compañeros de trabajo.
Con todo, uno no debe bajar la guardia. En el pasado puente de la Constitución, 23 personas perdieron la vida en las carreteras españolas, 7 más que el año pasado. Unos datos que nos obligan a reflexionar y no olvidar que toda precaución es poca a la hora de ponerse al volante. Por eso, consideramos que este tipo de campañas y de controles son positivos para mantenernos alerta y recordar que al volante, toda precaución es obligada. Nos jugamos la vida propia y, sobre todo, la de los demás.