sábado. 20.04.2024

El buen trabajo de la Biblioteca

Trasmitir la importancia de leer –por satisfacción y por la necesidad de hacernos más libres- sólo puede hacerse desde la pasión de otros lectores.

El próximo sábado 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro y se conmemora el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes. Como todos los años, durante estas fechas se pueden leer decenas de artículos en los que se analizan los pobres índices de lectura que registra nuestro país y se hacen alegatos más o menos afortunados sobre las bendiciones que nos proporciona la lectura.

Es verdad que el número de personas que tienen el hábito de leer en nuestro país es realmente bajo y es necesario animar a la lectura desde todos los ámbitos de la sociedad. Sin embargo, parece una tarea cada vez más complicada teniendo en cuenta la cantidad de dispositivos tecnológicos que distraen y la necesidad impuesta de estar informado en todo momento de ‘lo que ocurre’. En este escenario, el tiempo y espacio reflexivo que exige la lectura quedan arrinconados.

Ya decían los filósofos griegos que el objetivo de la educación es enseñar a desear lo deseable. Trasmitir la importancia de leer –por satisfacción y por la necesidad de hacernos más libres- sólo puede hacerse desde la pasión de otros lectores. Y es ahí donde, en Socuéllamos, es necesario hacer algunos reconocimientos. En España tenemos una ruborizante facilidad para la crítica negativa y un pudor infantil para reconocer a quien lo hace bien. No ocurre nada por decir que alguien está realizando un buen trabajo y ese aliento a los que destacan es imprescindible para seguir avanzando.

En este sentido, es necesario poner en valor el trabajo del personal técnico de la Biblioteca Municipal de Socuéllamos, con su directora, Pilar Mena, al frente. Como es normal, las directrices las marca el Ayuntamiento, pero más allá de los políticos –tan proclives a adueñarse de los méritos y escabullirse en los fracasos- es innegable el buen trabajo que se realiza en la Biblioteca.

Como en tantos otros sitios, la Biblioteca realiza multitud de actividades para todas las edades: talleres, clubes de lectura, jornadas… Especialmente importante es la labor que se lleva a cabo en colaboración con los centros educativos. Efectivamente, la responsabilidad de inculcar el amor por los libros en la infancia debe estar repartido entre las familias, los colegios y las instituciones. Esa tarea de apoyo, con una estupenda sección infantil y juvenil y actividades que van desde talleres a cuentacuentos, la cumplen con creces los responsables de nuestra Biblioteca.

Y hay más. Porque las actividades, por sí solas, no son suficientes para cumplir la función de dinamizar el hábito lector. Es la pasión invisible, el amor a la lectura y las ganas de compartir todo lo que nos ofrecen los libros lo verdaderamente importante para que una Biblioteca esté viva de verdad.

Conseguir estos retos no es fácil y en nuestro pueblo tenemos la suerte de tener una Biblioteca que cuenta con personas que, más allá de su mera obligación profesional, realizan un acto de generosidad para transmitir algo tan valioso como la afición a la lectura. Este esfuerzo debe verse recompensado, además de con el reconocimiento general de los vecinos, con el apoyo del Ayuntamiento para facilitar las herramientas que hagan posible este trabajo. El nuevo equipo de Gobierno debe presentar próximamente los presupuestos y, como no puede ser de otra forma, abogamos por la inclusión de una partida dotada con suficientes recursos para que la Biblioteca siga siendo un espacio dinámico y el epicentro de la cultura local.

El buen trabajo de la Biblioteca