viernes. 19.04.2024

No hay que encender las alarmas

Sexta jornada consecutiva sin conocer la victoria. Puede parecer mucho y lo es, sin embargo, las sensaciones que viene recuperando el equipo deben apoyar una fortaleza definitoria para salir de este bache.

Sexta jornada consecutiva sin conocer la victoria. Puede parecer mucho y lo es, sin embargo, las sensaciones que viene recuperando el equipo deben apoyar una fortaleza definitoria para salir de este bache. El equipo todavía no asoma en los puestos peligrosos de la tabla y eso es gracias a un gran mes de septiembre que es necesario valorar de forma positiva y que permite tener un colchón suficiente para frenar sin demasiado daño una caída prolongada en resultados.

Quizá el equipo necesitaba aire nuevo para cambiar la dinámica y esa chispa juvenil que insufló Álvaro Pérez en el partido ante el Amorebieta le sentó bien al equipo. Por supuesto, no debemos apartar la mirada de los que no lograban cambiar la dinámica y han sido relegados a un segundo plano, ya que más adelante el equipo les necesitará y siguen siendo piezas importantes del equipo.

Recuperar la esencia de la temporada pasada es clave y eso el público lo entendió bien. Nosotros tenemos una fortaleza que ha sido vulnerable en demasiadas ocasiones, generando una fuente negativa que el equipo notaba. El partido contra el Amorebieta traza la línea que se debe seguir para no perder cuerda y construir de nuevo el bastión que logró ser la temporada pasada el Paquito Giménez.

Tras los cuatro primeros resultados negativos en esta racha fatídica, se avistaba con temor los dos próximos encuentros contra Real Unión y SD Amorebieta, pero el equipo supo responder, supo competir y no fue derrotado en ninguno de los dos desafíos. Especialmente positiva fue la reacción del equipo tras encajar el gol visitante en este último encuentro. No entender lo que había ocurrido y no disponer rápido es algo que limitaba la capacidad de reacción en partidos anteriores cuando el equipo encajaba gol. Hoy logró activarse inmediatamente y no caer en el trauma mental que generó un bloqueo colectivo en partidos como el Rayo Majadahonda o la Real Sociedad B.

No se ganó, pero hay suficientes argumentos para ser optimista y no encender la alarma del pánico. Con este nivel de competitividad, los resultados llegarán.

No hay que encender las alarmas