jueves. 28.03.2024

El juicio de valor fue precipitado

Es momento de reflexionar: tras una dulce y plácida victoria ante el Club Portugalete, es momento de analizar donde estamos.

Es momento de reflexionar: tras una dulce y plácida victoria ante el Club Portugalete, es momento de analizar donde estamos. Nuestro míster esquiva toda comparación con el año pasado pero, como admite, el problema es que no hay otro punto de referencia. Por tanto, vamos a ello: el año pasado en esta misma jornada 23 el equipo estaba 12º con 30 puntos y con solo cinco de diferencia respecto a playout y descenso directo. Sin embargo, este año mejoramos esos parámetros: el equipo tiene 31 puntos y mejora la posición clasificatoria, distanciándose ya a ocho puntos del descenso directo. ¿Recuerdan lo mal que iba todo hace unos días? Me vienen a la mente las palabras de Movilla -el técnico del Barakaldo-, que citaba a la ilusión, el optimismo y el positivismo que teníamos el año pasado, frente a la negatividad que tenemos este año.

Esta competición es larga y hay ciclos. Sigo pensando que la Copa del Rey nos hizo daño. Nos elevó la exigencia y eso era un punto excesivamente alto para nosotros. Tras un gran comienzo de temporada, seguramente diseñado para llegar en óptimas condiciones a los enfrentamientos coperos, el equipo pasó un bache. Y no hablamos de un estancamiento en resultados, también lo había de prestaciones. Se escapaba la parte alta de la clasificación y la exigencia del entorno en el Paquito se disparó, generando excesivo malestar. Y todo, bajo mi opinión y como expresé en algún texto de estos mismos artículos, con un argumento estólido. Desde hace unas semanas, con los pies y la cabeza en el suelo, todo parece más positivo. Evidentemente, lo que ocurre en el terreno de juego ayuda. El día de Barakaldo se jugó bien pese a la derrota y otra victoria fuera de casa en Gernika, acompañada del partido más cómodo en casa, nos hace reconciliar a afición y equipo, nos permite volver a ser felices y no estar ofuscados entre todos.

Parece que el equipo llega en uno de los mejores momentos de la temporada al tramo más importante de la misma. Sellar un tercer año en Segunda B es la clave y luego ya veremos. Hasta recibir al Castilla, tenemos algo más de un mes con todos los rivales directos: Leioa, Talavera, La Roda, Ebro etc. Aunque es útil destacar que no se ganará todo. Los rivales, aunque no lo parezca, también juegan.

Desde que presencio las ruedas de prensa para este medio, aprendo muchas cosas. Cosín dijo hace unas jornadas que el futbolista no necesita que le digan lo guapo que es cuando gana, sino que le animen cuando pierde. Yo estoy de acuerdo en eso. ¿Hoy se fue alguien antes de acabar el partido? Lástima, no me he fijado en ese detalle. Otra buena noticia es acabar el partido sin amonestaciones, algo que veníamos denunciando hace tiempo. ¿Recuerdan cuando sonaba a excusa lo de entrenar solo con 12 durante la semana por parte de Cosín y casi nadie compraba el argumento? Pues llegan los mejores resultados cuando, precisamente, más efectivos disponibles hay. No hay acción sin reacción, ni consecuencias derivadas de la nada, sino que llegan por algo. Hay que saber valorar necesidades, capacidades y argumentos.

Entre las muchas noticias positivas, quiero destacar dos: Salva y Carlos García. Dos pilares del año pasado. Con Salva hemos recuperado un equilibrio que no teníamos. ¿Qué hacía en la tercera extremeña? Y, hoy me pareció ver un Carlos García potente, recordando las subidas y bajadas del año pasado. Hemos echado mucho de menos eso en la primera vuelta. Sin duda, será la mejor de las noticias para la segunda parte de la temporada.

El juicio de valor fue precipitado