jueves. 28.03.2024

La felicidad era esto

2 de septiembre de 2012. Arranca una nueva temporada de fútbol en el Paquito Giménez. La UD Socuéllamos recibe en la jornada 1 de la Primera Autonómica Preferente - Grupo 2 al Deportivo Guadalajara B. Los locales ganan 2-0, así forman: Ruiz Caba, Fede, Jacinto, Javi Vela, Núñez, Agustín, Raúl Mera, Eleazar, Salgado, Ibrahima y Mensha. En el banquillo, se quedan para posibles sustituciones: Dani Caravaca, Casiano, Adolfo, Calero, Vilarchao, Dani Nueda y Alejandro Jesús García Urda.

Así arranca todo. Hoy hemos llegado al punto más alto de nuestra aventura en 2ªB, pero de allí viene todo. El fabuloso escritor y cantante argentino Gabriel Rolón, siempre dice que si no quieres perder el eje en la vida, no debes olvidar nunca de dónde vienes y quién eres. Nosotros venimos de allí.

Aquel cruel descenso por arrastre solo unos meses antes de esa fecha señalada al comienzo del texto. De allí venimos. Aquel día no habría más de 300 personas en el campo. Aquel año, en el mismo escenario donde el Real Madrid Castilla sucumbió de forma estrepitosa, empató en el descuento el Sonseca o ganó 0-1 el San José Obrero. Esos fueron los reveses más importantes aquel año del retorno.

Es imposible creer el nivel que hemos alcanzado, lo que estamos jugando y a quien le estamos ganando. Pero lo de hoy, lo de hoy es imposible de cuantificar. Posiblemente sea el mejor partido de la Historia del club, y eso que el club ya avista su centenario a lo lejos. De esas 300 personas aquel día, hemos pasado a 2.500 hoy. Y eso es algo maravilloso. 

Sabemos que un día se acabará. Simple y llanamente, se acabará. Volveremos a nuestra rutina histórica de jugar contra los equipos regionales. Rivales muy dignos e importantes. En cierto modo, yo les echo de menos. Hemos jugado toda la vida contra ellos y esas viejas rencillas se echan en falta. Pero estamos en la excelencia futbolística y lo tenemos que disfrutar. Es obligatorio disfrutar.

Más allá de lo futbolístico, he disfrutado viendo a un pueblo unido. Algo que necesitábamos, ya que venimos de una semana de fractura y odio entre nosotros que no ha sido nada agradable. Caminar por el pueblo era increíblemente triste y el ambiente tóxico era muy desagradable. Por eso, la felicidad era esto. El orgullo de ver un pueblo unido,  hace que la victoria de hoy, sea algo más que una simple victoria deportiva.

La felicidad era esto