Se acabó nuestra participación en la Copa RFEF con un gusto amargo. El fútbol -según yo lo entiendo- es para crear vínculos, generar relaciones diplomáticas y, en definitiva, hacer amigos. Hay que dejar clara una cosa: en el fútbol, lo normal es perder. Únicamente lo extraordinario es la victoria. Y alcanzarla a cualquier precio no es moral ni ético. No todo vale. Obviamente, si el contrario anota cuatro goles y tú ninguno, es justo vencedor, pero hay algo que son las formas y el prestigio de un club.
Nosotros siempre podremos decir, desde nuestra humildad, que nuestras formas son las correctas. El resto de equipos de nuestro grupo pueden dar fe de ello. Lo peor es darte cuenta que todo esto pasa entre clubes que son parecidos. Clubes humildes que tienen la gran oportunidad de mostrarse en el fútbol profesional. Las encerronas, provocaciones y actitudes poco honrosas, mejor dejarlas a un lado. Si el rival cree que esa actitud le ayudará a progresar en el mundo del fútbol, allá ellos.
Ningún club se 'olvida' las medias. Es decir, si realmente pasa eso, los encargados de gestionar el material de la expedición quedan en entredicho. Una actitud barriobajera, porque de nada me sirve que con tantos 'ayudantes' que hoy día giran en torno a un club, nadie caiga en que las medias se han quedado en casa. Pero mira, la UD Socuéllamos le prestó las medias, porque no todos somos iguales. Afortunadamente, claro.
El club cumplió en la competición. Eliminó al Andorra dejando clara la diferencia de categoría y, eliminó justamente al Linares Deportivo. Caer en cuartos de final nos quita un buen pellizco económico, pero permite salir del torneo con la cabeza alta.
Otra cosa discutible, para cerrar el tema de la Copa RFEF, es que una competición federativa a nivel nacional permita que los árbitros sean del mismo territorio que el equipo de casa. Y pasa en todas las rondas hasta semifinales. Realmente queda poco serio.
Cerrado el capítulo de la Copa RFEF, toca centrarse en el verdadero objetivo de la temporada: la salvación. Somos los que somos y somos los que hay que sacar esto adelante. Quedando mucho campeonato, cada partido ya es una final. Y hay que pelear todas ellas. Empezando por la del próximo fin de semana ante el San Sebastián de los Reyes. Nos llegó nuestro momento de dar un puñetazo encima de la mesa y conseguir nuestra primera victoria fuera de casa.
Porque no es ninguna deshonra descender, pero sí es un éxito seguir disfrutando de este caramelo por muchos años. Que así sea.