Se perdió. Son cosas que pasan. Perder en Guadalajara 1-0 entraría en cualquier previsión. Es un campo difícil y ante un rival con nombre. El problema, para nosotros, son los matices. Este Depor Guadalajara no es el rival temible que estos años viene siendo y la UD Socuéllamos otra cosa no, pero su fiabilidad de reloj suizo fuera de casa es obvia. Incluso el sábado el Deportivo Guadalajara perdió al lateral izquierdo titular por la inestabilidad financiera del club alcarreño. Sin embargo, faltó ese punto de ambición necesario para encontrar los tres puntos. Y, que de momento, nos estaba valiendo para rascar en Zaragoza o Talavera con unos partidos muy parecidos al del Escartín.
Hay una cosa clara: faltaba Javi Gómez. Nuestro killer. Estoy seguro que a todos los socuellaminos que estaban viendo el partido se nos apareció, cual imagen religiosa, la cara de Javi Gómez en el balón colgado de Carlos García que no llega a conectar por un pelo Ocaña. Prácticamente a bocajarro.
Perder un partido de rivalidad regional duele, especialmente al aficionado a pie. Pero cometeríamos un error si nos tiramos piedras en nuestro propio tejado, creando mal ambiente durante toda la semana. No es necesario en este momento decisivo de la campaña. Pese a la derrota, el equipo hizo cosas bien, especialmente atrás:
1.- Generoso esfuerzo defensivo. El equipo siempre tiene ayudas constantes en su zona del campo.
2.- Lupardo. Aunque los balones aéreos en área grande quizá no sean su fuerte, va increíblemente bien abajo. Portero sobrio.
3.- Incansable trabajo de Calle bajando balones, dando segunda jugada y oxigenando al equipo.
Por supuesto, hay que ser autocrítico en la derrota. También es un error tapar nuestras debilidades, si el equipo perdió algo se hizo mal. Y en el partido del Escartín hizo varias cosas mal:
1.- Poca presencia ofensiva. Situar el balón en ataque con Calle es el primer paso, pero luego el equipo necesita subir efectivos para habilitar líneas y eso no se dio. Al final, este juego se gana marcando más goles que el rival y con un tiro entre los tres palos es complicado.
2.- Bandas nulas. El perfil de nuestros delanteros es claro: rematadores de un toque. Sin embargo, se necesita que esos delanteros de área tengan balones servidos desde la banda. Javi Gómez puede dar fe de ello durante toda la campaña. Sin embargo, el equipo en Guadalajara no logró ganar nunca línea de fondo. Especialmente decepcionante el rendimiento de Pituli, que debe ser la figura desequilibrante en banda. Todos le esperamos, debería ser un 'refuerzo' de cara a la segunda vuelta.
3.- Defender con el culo tan atrás. Es evidente que el resultado manda, se estuvo a solo 5 minutos de conseguir un buen punto. Gran parte del segundo tiempo la zaga morada vivía excesivamente tranquila. Y alguna opción ofensiva para que ellos también estén alerta no hubiese estado mal.
4.- Vuelvo a insistir que todo análisis viene influenciado por el resultado: el empate era un óptimo punto, pero sin él, el partido se hace algo decepcionante. Era el día indicado para conquistar el único campo del que salimos derrotados en un derbi regional. Y eso, seguirá así.
El equipo cae de la zona templada a la zona media baja de la misma. Sigo insistiendo que en la clasificación el equipo está en su nivel, pero es obvio que vemos más cerca la zona roja y eso nos alerta. Más sabiendo lo complicado que será la próxima visita del líder al Paquito, pero hay que recordar que este equipo se crece cuando más grande es el rival. La parte positiva, es que esta derrota nos hace olvidar de una vez por todas la parte alta de la clasificación. Estamos en la tierra, no en el cielo. Prefiero el realismo a la ambición. Trabajar desde ese punto de partida nos dará más beneficio. Y focalizar el verdadero y único objetivo de la temporada: la salvación. Yo creo firmemente que el equipo responderá en el fango de una zona que te deja a las puertas de la zona roja. Lo más bonito de esta categoría es el reto, y el reto de la semana próxima es increíblemente atractivo.