viernes. 19.04.2024

El Grupo de Mayeros de Socuéllamos apura durante estos días sus últimos ensayos de cara a la llegada del mes de mayo, una fecha que esperan con alegría y con cierto nerviosismo. Los mayeros han visto crecer el grupo con gente joven, lo que trae más alegría y sobre todo, garantiza el relevo generacional. "Han entrado tres chicas y un chico de entre 14 y 16 años. Se acoplan muy bien vocalmente y además, ya tenían nociones musicales", explica Santiago Cano. En total son ahora en torno a veinte personas, lo que forma un grupo "muy bueno", sobre todo en comparación a otros años donde los mayeros apenas rebasaban la decena.

La tradición de Los Mayos de Socuéllamos es una de las más antiguas que aún se celebran y lo han hecho, además, de forma ininterrumpida. "Desde que yo recuerdo, siempre ha habido Mayos y también los había en tiempos de mis padres y de mis abuelos. Es una tradición que nunca se ha perdido, aunque sí que ha cambiado bastante", recuerda Santiago Cano. Antes, por ejemplo, los mayeros eran grupos de siete hombres. En algún momento, hace más de tres décadas, los mayeros varones empezaron a escasear y las mujeres tomaron el relevo, de ahí que a día de hoy los grupos sean mixtos, "lo que ha sido un gran acierto, porque la mezcla de voces suena mucho mejor". Además, antiguamente la celebración era mucho más seria, más silenciosa, de total recogimiento y respeto. "Hoy es más alegre y festiva y en eso creo que hemos ganado", asegura el director de los Mayeros, Santiago Cano.

La celebración de Los Mayos en Socuéllamos es una mezcla de tradición e innovación, aunque estas sean poco perceptibles para el que no está iniciado. "Siempre procuramos meter pequeñas innovaciones, adaptar alguna copla nueva que encontramos en las viejas libretas de nuestros abuelos, aunque sólo los que nos siguen todos los años se dan cuenta y lo agradecen", dice Santiago Cano. Los mayeros realizan un gran trabajo recogiendo los cantes de antes, siguiendo los mismos tonos y acoplando nuevas voces. "Antes no se hacían segundas voces y nosotros hacemos varias, aunque tratamos de no salirnos de la línea tradicional del Mayo de Socuéllamos", afirma.

La celebración de Los Mayos es parecido en toda Castilla La Mancha, aunque la tradición de Socuéllamos incluye además las letanías, que son las partes cantadas de las Sagradas Escrituras: los retratos, las siete palabras, los diez mandamientos... "Esto sólo se hace aquí, no tiene nada que ver con lo que se hace en otros pueblos", asegura Santiago Cano. Con todo, el director de los Mayeros reconoce que en otros pueblos también tienen sus aciertos y logran  que esta celebración sea más participativa. "Quizás porque le han dado otro enfoque para darle más aliciente. Hay una implicación más general porque tienen otros actos montados alrededor de la cruz. Quizá sea eso lo que nos falta a nosotros, pero todo puede mejorarse".

Este año hay nueve cruces vestidas, además de la de la Plaza de la Constitución, de la que se ha encargado el Ayuntamiento. Esto supone hacer nueve visitas, lo cual no siempre es posible en una sola noche. "Hace muchos años había dos cuadrillas de mayeros y se repartían las cruces. A día de hoy sólo estamos nosotros y llegamos hasta donde podemos. En cualquier caso, todos lo entienden y nadie se enfada si un día no podemos llegar a visitarlas todas", concluye.   

Los mayeros apuran sus últimos ensayos de cara a la celebración de Los Mayos