Hoy charlamos con Pedro Aurelio Alcolea (Socuéllamos, 1992). Con tan solo 24 años, es dos veces campeón de España de Kick Boxing K-1 -70kg. Además, dobla sus esfuerzos como profesor. En esta charla, nos cuenta su experiencia en el reciente Campeonato de Europa celebrado en Eslovenia, así como su pasado, presente y futuro dentro de este deporte.
Has participado en el Campeonato de Europa Senior de Kick Boxing en Eslovenia, ¿cómo fue la experiencia?
Muy agradable. Aprendes mucho de cómo trabajan en la competición otros países. Además, haces un montón de contactos relacionados con este mundo y es algo que me llevo y de lo que me puedo aprovechar en el futuro.
El primer y único combate lo pierdes contra el turco Ali Cakir por puntos. ¿Cómo fue la película del combate?
Fue una guerra, nos intercambiamos muchos golpes. Yo gané el primer asalto 2-0 y el segundo nos dieron tablas. Desgraciadamente, el tercero y definitivo lo perdí 0-3 y perdí por puntos. Yo iba preparado y me veía para ganarle.
¿Qué crees que te faltó para conseguir la victoria?
Me faltó experiencia en competición continental. Los jueces aquí puntúan de una manera y fuera es algo distinto. Ese concepto me pilló de novato. Aquí se puntúa mucho el pegar lo máximo posible y allí se necesita inteligencia para marcar más y lograr meter el golpe más limpio.
Con algo más de experiencia, ¿habrías ganado ese mismo combate?
Sí, porque desde aquí llevas el concepto de ganar los máximos asaltos posibles. Y, a veces, es necesario regular para evitar que te remonten. El turco no logró hacerme daño en ningún momento, pero no eres capaz de llevar bien esa cuenta y saber que él está por delante porque te está marcando mejor los golpes. Habría enfocado más el combate a los puntos, sin duda.
En junio de 2015 ganas el Campeonato de España en Oviedo y en mayo de 2016 lo renuevas en Sevilla, ¿qué se siente al ser dos veces campeón de España?
Me siento satisfecho. Porque hay mucho trabajo detrás para llegar a eso. Es entrenar, rozarte, recibir golpes y estar siempre ahí durante todos los días del año. Es un gran sacrificio, pero la recompensa merece la pena. Llega un momento que te acabas creyendo que puedes ganar.
Llega un momento que te acabas creyendo que puedes ganar.
¿Cuál es tu próximo torneo?
En principio, el próximo ya será en marzo del año que viene, que es el regional que clasifica al nacional. El kick boxing es un deporte particular, porque no vives del pasado, el campeón se tiene que ganar el puesto en el próximo torneo.
¿Cuándo empiezas a practicar el kick boxing?
Empiezo con 20 años. Llevo 4 años practicando este deporte. Empecé simplemente porque me atraía y ahora estoy especializado en K-1, que está considerado deporte de contacto. Cuando empiezas, no te imaginas competir, pero en este punto tengo que agradecer a mi entrenador: Rafael Fillol, que es la persona que me guió y me motivó siempre para dar un paso adelante.
¿Qué te aporta el Kick Boxing como persona?
Este deporte me ha formado como persona, me ha forjado una personalidad e incluso me ha dado una disciplina y una seguridad en mí mismo. Algo que creo no habría encontrado de no practicar este deporte.
¿Por qué crees que la gente tiene mala fama de las artes marciales y el deporte de contacto?
La mala fama la dan ciertos macarras que se apuntan para saber dar castañas en la calle. Son cuatro estúpidos que le hacen mucho daño a nuestro deporte, porque la gente pone como argumento que esa persona puede con cualquiera porque hace kick boxing. Es injusto.
La mala fama la dan ciertos macarras que se apuntan para saber dar castañas en la calle.
¿Has probado otras artes marciales?
Entreno Muay Thai, algo de MMA (artes marciales mixtas) y Krav Maga (defensa personal), pero mi especialidad y donde realmente compito bien es el kick boxing K-1.
Perteneces a un club de Tomelloso, un municipio que tiene varios clubes, ¿por qué no está tan desarrollada esta actividad en Socuéllamos?
Aquí hay un club, pero yo cuando me apunté lo hice allí directamente porque no conocía el que hay aquí. Y como allí estoy bien desde el primer día, allí sigo.
Eres profesor desde hace un tiempo en Tomelloso, pero desde hace unas pocas semanas lo eres también aquí. Cuéntanos esa faceta.
En Tomelloso doy clases a personas de múltiples edades, pero aquí en Socuéllamos llevo niños desde los 4 a los 14 años. Es un deporte muy mental, por eso trabajamos de igual manera la parte física y la psicológica.
¿Qué te queda por conseguir en este deporte?
Personalmente mi objetivo es seguir formándome como deportista, como entrenador y como persona. Soy muy exigente conmigo mismo. En cuanto a la competición, quiero quitarme la espina del europeo. Y, por supuesto, el gran sueño es protagonizar un combate profesional.
