viernes. 19.04.2024

Cuando David Merino (Socuéllamos, 1983) se propone un reto no para hasta conseguirlo. Ya lo demostró el año pasado cuando completó el Ironman de Lanzarote, una de las pruebas más exigentes , y está dispuesto a seguir demostrándolo. El próximo domingo Merino compite en la Titan Desert, la prueba considerada el ‘París-Dakar de la mountain bike’: seis días con interminables etapas que comienzan en las frías montañas de Ifrane y continúan en el profundo desierto de Marruecos. Merino desprende ilusión por competir en una prueba en la que lleva pensando varios años y para la que se siente preparado.

¿Cómo surge la idea de competir en una prueba tan exigente en la que, además de aficionados, también participan ciclistas profesionales?

La gente me conoce porque vengo del fútbol. Durante unos años no hice deporte por una lesión de rodilla y luego empecé a salir con la bicicleta de montaña. Esta prueba está catalogada como la más dura del mundo por etapas. Llevo unos años queriendo hacerla, pero económicamente no podía. He hecho un esfuerzo y llevo tiempo ahorrando para participar este año.

Se trata de una prueba durísima con etapas que pasan los 100 kilómetros de recorrido y se la conoce como el París-Dakar de la bicicleta. ¿Qué características tiene?

Esta es la prueba más dura del mundo. Tiene un competidor que es la Cape Epic que se celebra en Sudáfrica con menos kilómetros pero más acumulados. En esta edición de la Titan Desert las dos primeras etapas son en alta montaña, en Ifrane, que son los ‘Alpes marroquíes’. Allí hará frío y el tercer día nos trasladan en caravana al desierto del Sáhara, con temperaturas de entre 40 y 45 grados.

En esta carrera tiene mucha importancia la navegación y la orientación. ¿Cómo se prepara el ciclista para eso?

A mí me gusta mucho la tecnología, pero no soy mucho de usar el GPS en la bicicleta. Se baja uno algún tutorial… Pero en realidad tampoco hay pérdida. Aun así, hay una etapa que llaman Garmin, que se hace sin GPS. Dan unas coordenadas como referencia pero no hay flechaje de señalización.

Esta exigente carrera pondrá a prueba la resistencia de todos los participantes. Para los ciclistas aficionados ¿supone un aliciente competir con profesionales consagrados?

Claro. Roberto Heras ha sido campeón en cuatro ediciones. Este año, para mí, el gran candidato a ganar es Óscar Pereiro. También está Melchor Mauri, que compite en mixto, Ibon Zugasti, Luis Leao Pinto… Los cuarenta o cincuenta primeros son profesionales. También participan famosos y este año va Dani Rivera, Santi Millán, Paco Lobato, Rivera Ordóñez. Hay una opción que es Titan Contac para gente que no tiene entrenamiento suficiente y son sólo los últimos tres días.

MERINOO

¿Cómo ha sido el entrenamiento para enfrentarse a la Titan Desert?

Ya tengo una base de la preparación del Ironman. Hice el último medio Ironman en octubre de 2015 en Oropesa y a partir de ahí me he centrado en la bicicleta. Se trata de hacer muchas horas de bicicleta y sacrificarse. Todo el mundo que se fija un reto lo puede conseguir pero hay que sacrificarse. La verdad es que no llevo dieta porque no me dedico profesionalmente a esto. Hago deporte, pero primero es el trabajo y luego el hobby. Por aquí no hay alta montaña, aunque he ido a Madrid o a Albacete y a Sierra Nevada para entrenar. No obstante, aquí tenemos el aire, que exige más esfuerzo y parece que estás subiendo. La última etapa son entre dunas, que hay que coger la bicicleta y pasar andado o corriendo. Es el tramo que más temo. La alta montaña no me importa, pero la dunas y el pleno desierto sí me preocupan un poco.

En este tipo de pruebas, además de la preparación física, es importante la fortaleza mental para afrontar muchas horas de soledad y esfuerzo acumulado. ¿Cómo se prepara este aspecto?

Para hacer estas pruebas tan extremas hay que entrenar solo. Hace dos años hice el camino de Santiago en bicicleta yo solo desde Irún. Mentalmente soy fuerte, llevo muchos años en la calles y siendo autónomo, que también es un entrenamiento bueno. No se lo digo a mi entorno cercano pero llevo unos días pensando mucho en la carrera. Incluso esta misma noche he soñado con ello. Es un reto de superación importante. Terminar la Titan Desert me va a llenar mucho. Cada persona se refugia en alguna cosa y yo me refugio en el deporte.

Recientemente hemos visto algunos casos de deportistas experimentados que no han soportado el esfuerzo de una maratón. ¿Dónde están los límites del esfuerzo?

Yo me hago prueba de esfuerzo todos los años. Si te gastas 3.000 euros en una bicicleta, ¿no te puedes gastar 100 euros en una prueba? Con todo lo que está pasando… y estamos hablando de gente experta. Lo que ocurre es que si puedo correr 10 kilómetros en 50 minutos, no puedo querer hacerlo en 35. El corazón puede decir: hasta aquí. En este sentido, la cabeza es fundamental. No se puede pretender hacer registros como los de los profesionales. En mi caso, el objetivo es terminar. Se retira mucha gente y es complicado, aunque el que participa sabe dónde va.

La Titan Desert es una prueba con una gran despliegue de organización. ¿Cómo es la logística de la carrera?

En la inscripción entra la pensión completa, los traslados, los seguros, el geolocalizador –que se va a utilizar por primera vez en la prueba-, agua, avituallamiento… Lo que no entra es el vuelo y los servicios que ofrecen las tiendas de ciclismo que ofrecen el empaquetado de bicicletas, servicio de fisioterapia diario y limpieza y revisión mecánica de la bici. Es un extra, pero yo lo he cogido porque, para una vez que vas en la vida, prefiero ir seguro.

¿La organización ofrece cobertura para los problemas mecánicos en carrera?

Hay coches y motos de soporte. Te dan cobertura mecánica, pero tienes que llevar tus propios repuestos. Hay que llevar mochila de hidratación con tres litros y medio de agua mínimos obligatorio y con los repuestos mecánicos.

En cualquier caso, además de las exigencias físicas y psicológicas, participar supone un sacrificio económico importante…

Para aficionados que no tenemos patrocinadores es complicado. He pensado alguna vez en buscar, pero yo tengo empresa y sé cómo está la economía. Algunas veces he hablado con amigos, también en el gimnasio… Pero me da cosa recibir patrocinio sin ser profesional. Eso sí, creo que son cosas que hay que valorar y llevo el nombre de Socuéllamos donde voy. Me gusta el apoyo… pero me gusta hacerlo sin pedir nada. Para mí es como si fueran unas vacaciones. Estoy en una edad en la que lo puedo hacer, pero en el futuro no se sabe. Luego en verano, pues no me voy a ningún sitio y ya está.

¿Cómo lleva tu familia que participes en pruebas extremas?

La verdad es que mis padres lo pasan bastante mal porque últimamente estoy haciendo cosas que te pueden pasar factura. Cuando estoy de carrera o salgo a carretera a entrenar se preocupan… Pero bueno, me conocen desde siempre y saben que soy así.

¿Has tenido oportunidad de hablar con gente que haya participado?

Conozco a algunos de las tiendas de Madrid que ofrecen los servicios en la carrera. Insisten en que, además del físico, estar bien mentalmente supone el 60 o 70%. En realidad, nunca has corrido seis días seguidos esa cantidad de kilómetros y si lo haces antes se te quitan las ganas de ir. Sé que voy a sufrir mucho, pero hay que echarle pelotas. Eso sí, como no lo consiga y no logre terminar, vuelvo el año que viene. Soy muy cabezón y mi objetivo es terminar. No hay que olvidar que aquí van profesionales. Van también dos corredores de Campo de Criptana y ya he conseguido sus teléfonos para ponerme en contacto con ellos.

Eres miembro de la peña Eterno Capitán. ¿Cómo llevas saber que te vas a perder el decisivo partido entre la Unión y el Toledo?

Anoche (por el domingo) me ardía el móvil. Me voy a perder los dos partidos más históricos del Socuéllamos ante el Toledo y el Mensajero. En la peña toco el bombo y me llegaban mensajes intentando convencerme para que me quedara… Pero bueno, esto es un sueño que llevo muchos años persiguiendo y no se puede estar en todos sitios.

¿Lo primero que vas a hacer el domingo cuando bajes de la bici será mirar el resultado?

Como tengo que llevar obligatoriamente datos en el móvil, ya digo que a las 13.00 me voy a parar dónde esté, en medio del desierto o donde sea, para mirar el resultado, aunque me cueste cinco euros. Y cuando termine a las 14.00 también. Además, la bufanda de la Unión irá conmigo. Deseo que ganemos, que es algo histórico para el pueblo.

Después de una experiencia tan intensa, ¿cómo esperas que sea la vuelta a casa?

Espero volver con buenas sensaciones, sin ningún problema de salud. Cuando acabas una prueba así, tienes ganas de ver a tu familia, a tu pareja… Todos los amigos preguntarán por la experiencia… pero aunque lo cuentes, eso es algo que se queda uno. Se puede contar, pero es difícil explicar una experiencia así. Esa semana se pierde mucho peso así que comeré bien, puchero de mi madre, y luego a hidratarse y recuperarse. También me haré una prueba de esfuerzo en un cardiólogo.

Después de la Titan Desert, ¿qué será lo próximo?

A final de año, en octubre, quiero hacer otro Ironman. El año que viene tengo en mente participar, si puedo y me lo puedo permitir, en la Titan Tropic que se celebra en Cuba en diciembre. Creo que la haré y ya me cortaré la coleta en pruebas de tanto esfuerzo.

David Merino: "La Titan Desert es la prueba más dura del mundo en mountain bike"