El consultor y especialista en comunicación y marketing del vino, Joaquín Parra, ha publicado su 'Guía Digital de Vinos Wine Up 2016', que recoge más de mil vinos actualmente en comercialización. Se trata de la séptima guía Wine Up en tres años, con una periodicidad que primero fue cuatrimestral y ahora es semestral. "Hacemos una primera edición de vinos jóvenes que sale sobre el mes de junio y otra anual que recopila todos los vinos catados durante el año pasado", explica Joaquín Parra, que añade que la guía tiene una edición en castellano y otra en inglés.
"Catamos vinos desde 1994 - el más antiguo - hasta 2015", dice Parra. Por tipos, también entra de todo. Algo más de la mitad son vinos tintos, un 30% son blancos y un 10% espumosos. También hay generosos, rosados y algún destilado. "No pretendemos ser la guía que más vinos cate, queremos ser una guía en la que todos los vinos que salgan valgan la pena. Por eso partimos de una puntuación de 85 puntos. Creo que no merece la pena recoger vinos con una puntuación inferior. De hecho, la puntuación media y el valor de los vinos en muy alta. Tenemos una puntuación media de algo más de 90 puntos y su precio medio está en 12,60 euros. Ese rango de precio y de calidad viene a ser la que demanda el comprador de vinos online y de hecho la guía está muy pensada para ese tipo de consumidor".
La guía Wine Up está distribuida en varias categorías o secciones. En primer lugar estaría el Top Cien, que cuenta con el ranking de los mejores vinos y destilados. Luego estaría la sección Best in Class, que clasifica los vinos por precio o rango, empezando por los de menos de seis euros, de 6 a 12 euros, de 12 a 20 euros, de 20 a 30 euros y de 30 a 40 euros. Por categorías, aparecerían tambien los mejores blancos, tintos, rosados, espumosos, dulces, generosos y destilados, así como cosechas, crianzas, reservas, gran reservas y vinos de autor. "Este año hemos añadido también una sección de vinos monovarietales que son aquellos que se han elaborado con un solo tipo de uva. No somos la primera guía que incluye esta categoría pero se trata de una idea que nosotros contemplábamos desde el principio", afirma el director de la guía, Joaquín Parra.
La mejor nota de la guía, con 97,69 puntos se lo lleva un Pedro Ximénez y los cuatro primeros puestos los ocupan vinos de Jerez. En el Top 5 también aparece un aguardiente de uva que se elabora en Tomelloso y que logra 96,46 puntos. Para que aparezca el primer vino tranquilo tenemos que irnos al octavo puesto, un Grans Muralles, seguido de un Pago de Carraovejas. "No sé si se trata de una maduración personal de mi gusto pero cada vez destaco más la evolución de los vinos de Jerez y de Montilla, pero sobre todo los de Jerez. Son los vinos que copan los primeros puestos y no sólo en mi guía, a nivel mundial se le están dando altísimas puntuaciones. Hay que constatar esa realidad del nuevo auge de los vinos de Jerez y una forma de reconocerlo fue elegir personaje del año al enólogo Antonio Flores Pedregosa. Ver cómo una denominación de origen que estaba denostada y a la que no se le daba valor está volviendo a resurgir es muy importante y más cuando sus vinos son únicos, irrepetibles y son españoles. Si esta denominación de origen estuviera en Francia tendríamos que multiplicar su precio y hoy podemos disfrutar de un fino, que es un vino que ya ha pasado cuatro años por unas soleras y unas determinadas instalaciones, por un precio muy asequible", asegura.
Joaquín Parra nunca ha dado cien puntos a un vino y duda que se lo llegue a dar. "El vino perfecto no existe porque va unido a unas condiciones de cata. Para llegar a esa nota perfecta hace falta algo que no se logra en una cata de laboratorio. Hace falta que uno se tome el vino con su mujer o con una persona especial, ante una buena comida o en un ambiente determinado. Sólo así el vino logra una satisfacción plena. Luego hay otro problema, ¿qué haces si al año siguiente el vino sale aún mejor? El primer cien que dio Parker a un vino de Rioja vino por un 99 que le dio el año anterior en una añada muy buena. La del año siguiente fue excelente y se vieron obligados a superar la nota", explica Parra.
Catas a ciegas
La Guía Wine Up realiza todas sus catas a ciegas, por lo que es una guía genuinamente de vinos y no de marcas. "Yo, como responsable de comunicación y marketing de distintas bodegas he sufrido el procedimiento habitual de muchas guías que puntúan de forma distinta según la denominación de origen, el nombre de la bodega... Para mí esas son guías de marcas y no de vinos, aunque después den una puntuación. Mi propósito era hacer una guía sólo de vinos y la única forma de hacerlo es catando a ciegas. Si no ves el origen del vino, ni el nombre de la bodega ni nada que te condicione o influya, al final estás catando el vino tal cuál es. Creo que es la mayor muestra de respeto que se puede tener hacia un vino y su productor", afirma.
Joaquín Parra, además, cata siempre acompañado para cruzar sus puntuaciones con las de sus compañeros y evitar una mala percepción. "El catador no siempre tiene un buen día", asegura. Si las puntuaciones son muy dispares, lo que no suele ocurrir, se repite la cata. Parra utiliza este método como control de posibles errores, pero las puntuaciones de la Guía son siempre las suyas y no hace una media de puntuaciones. Las catas de su equipo sí aparecen en la web e-catas, el germen de la guía Wine Up y una enorme base de datos de vinos y catas online.
Al ser digital, la Guía Wine Up es totalmente interactiva y permite, por ejemplo, hacer una compra online de vinos o una reserva en un hotel de una bodega con sólo un click. "Lo que se pretende es que sea interactiva para que el que consulte la guía pueda recibir información añadida con facilidad", concluye Parra.
