A veces hablamos de nuestro país y nos quejamos que a día de hoy carecemos de algunos privilegios por el hecho de estar situados a la cola en ciertos asuntos de interés. Eso sí, para la tasa del paro o fracaso escolar, ahí sí estamos a la cabeza de Europa.
Ese dato es frustrante, la verdad, pero hoy quiero romper una lanza a favor de España diciendo que hay un ranking bastante positivo en el que sí destacamos positivamente. Somos el primer país situado en el ranking mundial de donates de órganos. Indicar que Croacia está muy cerquita de nosotros pero reitero que somos líderes. Somos un ejemplo para la UE. De hecho, Italia está recolectando algunas influencias porque es evidente que algo estamos haciendo bien. Lo mismo ocurre con los países de Sudamérica.
Digamos que en estos años ha crecido notablemente el número de trasplantes de órganos, independientemente de su patología previa. Pero dicho esto, todo no es positivismo. Hay muchas personas que necesitan sangre para transfusiones, que pueden condicionar salvar una vida. Con los órganos pasa lo mismo, me resulta escalofriante que haya gente que muera cada año por culpa de no tener un órgano para ellos. Partes vitales que son dañadas como consecuencia de una enfermedad o un accidente y necesitan un órgano de urgencia.
Que conste que lo siguiente que diré será desde mi punto de vista, ya cada uno que haga lo que quiera. Pero me parece lamentable que cuando la gente fallezca, el cuerpo perezca en el cementerio en apenas unos días, mientras que esos órganos podrían ser aprovechados por personas que lo necesitan y se podrían salvar muchas más vidas. También se reducirían algunos secuestros a personas inocentes por tráfico de órganos, ya que estarían más a mano y no habría que pagar desorbitadas cantidades de dinero por tráfico ilegal.
Total, cuando una persona muere ya no va a necesitar un riñón. Que por cierto, añado que los trasplantes renales son los más comunes en nuestro país. ¿Dato para sentirse orgulloso? Sí. Pero a pesar de encabezar el ranking podría haber más donaciones. Y lo que es mejor, podría haber millones de donaciones más a nivel mundial. Ya ves, incinerar a una persona para que se desperdicie en un horno crematorio, pudiéndolo donar a la ciencia para que puedan seguir estudiando medicina en las universidades y seguir avanzando sobre la cura de nuevas enfermedades.
Lo veo tan evidente que debería ser casi obligatorio donar. Pero también comprendo que los puntos de vista nunca son universales ni tampoco se puede obligar a nadie. Eso sí, en las escuelas y sobre todo en la televisión (la mayor influencia en nuestra sociedad), deberían dar más información y saber educar a un pueblo que no es tan inculto como se creen. Cada vez somos más cultos, solo que aún queda mucho por avanzar y estoy convencido que avanzaremos mucho más. Pero, por favor, seamos más solidarios con aquellas personas que lo necesitan. ¿Hay algo más bonito que ayudar a que sobreviva una persona? Su supervivencia depende de ti.