A partir del jueves, aparecerá en la portada de todos los medios provinciales, pero Joaquín Gómez Sánchez nos pide por favor que no le fotografiemos para ilustrar este artículo. No le gusta figurar. Este 19 de noviembre recibe la Insignia de Oro de Asaja Ciudad Real y, aunque se muestra muy ilusionado, no lleva bien ser el protagonista.
Ha trabajado mucho durante toda su vida, pero siempre ha preferido el segundo plano. De hecho, asegura no guardar ni una sola fotografía de su etapa como vicepresidente de la Unión o de los doce años que trabajó como miembro del Consejo Rector de la Cooperativa Cristo de la Vega con Vicente Delgado Lara en la presidencia.
Joaquín nos recibe en las oficinas de Asaja junto al presidente local, Pedro Alcolea, al que le une una amistad de muchos años. Allí nos confiesa su ilusión por el premio, que agradece al Comité Ejecutivo Provincial y a Pedro Barato.
Aunque también se ha dedicado “muchos años a la industria, con una empresa de gasoil”, la agricultura ha ocupado un lugar importante en su vida desde pequeño: “Desde que tenía 8 o 9 años, que me llevaba mi padre a sarmentar”. Desde entonces, ha llovido mucho y el trabajo en el campo ha cambiado radicalmente: “En mi casa había una bicicleta para mi padre y mis tres hermanos. Siempre en el carro con la mula, nos íbamos de quintería semanas completas…”. Sin embargo, Joaquín deja poco lugar a la nostalgia: “Se pasaba mal. De jóvenes hemos penado mucho”.
No obstante, reconoce que siempre ha sido “un enamorado del campo”. “Creo que siendo trabajador, se puede vivir de la agricultura. Yo lo que tengo se lo debo al campo. Hablamos mal a veces de la agricultura, pero el que se dedica a ella luego no la deja”, señala.
Uno de sus grandes proyectos ha sido poner en marcha Bodegas Cautela, que gestionan sus hijos José Joaquín y Antonio. “Yo me voy haciendo mayor y lo que quiero es tranquilidad y buenos alimentos”, asegura, aunque lo cierto es que su implicación en el desarrollo del proyecto ha sido absoluta.
Apoyo a las reivindicaciones agrarias
Joaquín Gómez siempre ha estado ligado a esta organización agraria. “Mi familia y yo siempre hemos colaborado todo lo que hemos podido. Donde había una manifestación, allí estaba Joaquín y su familia”, señala. De todas las reivindicaciones en las que ha participado, recuerda especialmente una: “Estuvimos toda una noche dando vueltas al Ministerio de Agricultura con velas”.
Se refiere a una manifestación en la que se representaba un velatorio debido a que pretendían cambiar –como finalmente sucedió- de nombre al Ministerio de Agricultura por el de Medio Ambiente. “Estuvimos toda la noche con el velón, hasta que Pedro y yo nos perdimos y nos fuimos a un bar a comernos un bocadillo de calamares”, recuerda divertido. Bromas aparte, Joaquín asegura que “Asaja es una organización que siempre se ha movido mucho y ha trabajado por los intereses de los agricultores”.
Por su parte, Pedro Alcolea recuerda que Joaquín “ha estado siempre en todos los actos de reivindicación y de apoyo a la agricultura. Todo el Comité Provincial consideró que reunía las condiciones para recibir la Insignia de Oro y para mí fue un orgullo que se otorgara a un socuellamino”.
