domingo. 05.05.2024

Resaca de la moción de censura

Dice un refrán popular “que son peor las misas que el entierro”. Pasada la traumática sesión del pleno donde se debatió y aprobó la moción de censura contra el gobierno municipal socialista y lo vivido durante días pasados, ahora viene la ‘resaca’.

Socuéllamos está viviendo algo que desde los años de la transición a la democracia no se vivía: enfrentamientos entre militantes de partidos políticos, familias, amigos, eso de tú eres un ‘facha’ o tú ‘rojo’ eran palabras afortunadamente desterradas de nuestro lenguaje y de nuestro pensamiento, pero que desgraciadamente ahora están presente y son el pan nuestro de cada día gracias a dos personas, Pruden Medina y Mar Delgado, y por supuesto de sus correligionarios políticos.

La primera, por su ambición desmedida de poder y para demostrar a su anterior mentor político, Sebastián García, que ella podía ser alcaldesa sin su tutela, cosa que le ha resultado fallida. Y a la segunda, por su egocentrismo, falta de experiencia, ética política y alguna cosa más, pero menos altruista, que en algún momento se sabrá. Las dos han sembrado discordia, enfrentamiento y envenenado la convivencia de este pacífico pueblo manchego, de consecuencias incalculables que a su momento deberán pagar.

Un personaje que ha pasado casi inadvertido en este embarullamiento ha sido Carlos Cotillas, presidente del PP provincial y ex­-alcalde de Tomelloso, que en las últimas elecciones municipales ha perdido nada más y nada menos que 4.229 votos. Es decir, Tomelloso le ha dicho que se vaya a su casa que no lo quiere.

Pues bien, este zombi de la política, para hacer méritos en su partido y poder mantenerse en el cementerio de elefantes a nivel nacional que es el Senado, con un buen sueldo para vivir muy cómodamente y asegurarse una jubilación dorada, ha necesitado del concurso de personas sin escrúpulos, eso sí, no en su pueblo. Ya ha tenido mucho cuidado de no enturbiar la vida de sus conciudadanos, cosa que los tomelloseros no lo hubieran perdonado, pero ha comenzado en Socuéllamos y ha encontrado terreno abonado y persona con ambiciones desmedidas.

Parece ser que la cosa no va a terminar sólo aquí, ya se barrunta alguna que otra moción de censura en otros Ayuntamientos socialistas de la provincia, para seguir haciendo méritos ante sus jefes y poder seguir chupando de la teta del presupuesto nacional.

Pero quiero resaltar, como todos sabrán, que el PSOE de Tomelloso gobierna como aquí gobernaba el anterior equipo socialista, en minoría y con pacto, y allí ni se lo ha planteado. Es decir, con inteligencia, no quiere que sus vecinos se enfrenten ni él ser culpable de ese hecho vergonzoso. Aquí, con el concurso de Pruden Medina, ha convertido a Socuéllamos en conejillo de indias y de experimentos de los populares para satisfacer sus ambiciones personales.

Ya puede Pruden Medina ir a procesiones, llevar palmas o cirios encendidos, que lo que ha hecho a su pueblo nadie se lo va a perdonar.

Sabe bien, y es manual de catecismo, que para conseguir el perdón debe haber una serie de requisitos: dolor de corazón, es decir, ser consciente del daño que has causado, propósito de la enmienda, no volver a hacerlo más, y lo más importante, resarcir el mal realizado, devolver lo robado y restituir el daño causado.

Esto que en nuestro pueblo está pasando, a UPyD y Mar Delgado, les importa muy poco. Lo primero, su partido es un muerto ya enterrado y por tanto sin repercusión política alguna en próximas elecciones. Y en lo personal, Mar sabe que es un cadáver político y cuando pasen estos tres años y pico, con el bolsillo más lleno, se marchará a su querida comunidad madrileña y si te vi no me acuerdo. Por cierto, una pregunta, ¿alguien sabe dónde está esta señora, por decir algo?

Pruden Medina ha hecho un daño irreparable al PP de Socuéllamos, fracturado a sus propios militantes y envenenado la convivencia de los pacíficos habitantes de nuestro pueblo. La historia y el pueblo te juzgarán como realmente mereces.

Y para terminar, uno de los puntos de la moción de censura era la falta de transparencia y de pluralidad en la gestión de los socialistas. Bien, durante estos días, en especial de Semana Santa, ya hemos visto de nuevo la ahora ‘Teleprudencia’. Directora ella, desde su despacho da órdenes de qué tratamiento deben tener las noticias. Y los comentaristas, aunque sean de forma altruista, Nuevas Generaciones de PP. Sí señora, pluralidad y transparencia, y esto es sólo el principio.

Mar Delgado, y señores de UPyD, ¿esto es lo que ustedes querían cambiar?

Resaca de la moción de censura