sábado. 27.04.2024

La importancia de tradiciones como Los Mayos

Este mes de mayo tiene lugar en Socuéllamos una de las celebraciones más tradicionales del año: la fiesta de la Santa Cruz.

Este mes de mayo tiene lugar en Socuéllamos una de las celebraciones más tradicionales del año: la fiesta de la Santa Cruz. Con un marcado sentido religioso, esta fiesta ahonda en antiguas tradiciones y se manifiesta también en diversas expresiones culturales a través, principalmente, de la música, con iniciativas por parte del Grupo de Mayeros o El Lagar, entre otros grupos.

Los Mayos en Socuéllamos cuentan, además, con particularidades propias inéditas en otras localidades: las propias coplas, la forma de cantar de los mayeros, el modo en el que se visten las cruces… La fiesta de la Santa Cruz es, en cierta forma, única en Socuéllamos y ello la debería convertir en un verdadero reclamo, no sólo para los vecinos, sino para visitantes de la comarca.

Sin embargo, se puede apreciar que en los últimos años va decayendo el seguimiento a una fiesta que siempre ha sido especial. El Grupo de Mayeros hace notables esfuerzos para incorporar gente joven que contribuya a mantener la tradición. En este sentido, está realizando un gran trabajo ya que, además de estas nuevas incorporaciones, ha introducido novedades como el canto en varias voces que hacen el repertorio más atractivo.

Sin embargo, después de muchos ensayos, los mayeros comprueban año tras año cómo el público es cada vez menor. La entrada del mes de mayo ha caído este año en la noche del sábado al domingo y eso animó algo más, pero el día de la Santa Cruz, martes, el público fue mínimo. Tampoco ayuda en este sentido el hecho de que la cruz de la plaza no haya sido vestida por alguna asociación, tal como se venía haciendo hasta ahora.

Lo mismo ocurre con las cruces. Aunque vestir una cruz es un asunto personal que nace de las convicciones religiosas de cada persona, lo cierto es que cada vez son menos: este año sólo diez, incluyendo las de asociaciones de vecinos como el barrio de la Iglesia y el Casqueral o la municipal de la Plaza de la Constitución. Hay que recordar que en la última década ha habido años en los que las cruces vestidas casi alcanzaban la veintena. En la localidad, muchos jóvenes son totalmente ajenos a esta tradición que, en algunos casos, ni siquiera han visto en vivo una vez en su vida.

Hace unos años, en torno a 2009, el Ayuntamiento inició una serie de gestiones con el fin de que la fiesta de la Santa Cruz de Socuéllamos fuera declarada de Interés Turístico Regional. Sin embargo, el asunto finalizó en esos trámites y no se supo de ningún avance al respecto. Otros pueblos han sido capaces de realzar esta fiesta hasta convertirla en uno de sus mayores reclamos, pero en Socuéllamos parece haberse estancado.

Y más allá de las posibilidades turísticas, lo preocupante es la posible pérdida de una tradición que ha pervivido durante mucho tiempo. Los tiempos cambian y con ellos las formas de expresión cultural y religiosa de la sociedad. Esto, sin embargo, no debe significar romper tradiciones que han servido de nexo entre generaciones y contienen los lazos que nos convierten en una comunidad con identidad propia. Y no es suficiente mantener la tradición como mero espectáculo, sino conocer sus raíces y respetar su sentido.

Para ello, también es indispensable adaptarlas a las nuevas realidades. Los diferentes colectivos implicados en esta fiesta, con el apoyo institucional necesario, deben reestructurar el planteamiento de este mes de mayo para lograr que sea una fiesta atractiva para todos y despertar el interés de los jóvenes en las tradiciones que han conformado el pueblo a lo largo de los años. 

La importancia de tradiciones como Los Mayos