Finalmente el tiempo ha permitido la celebración de la Procesión de las Palmas en un Domingo de Ramos que, a pesar de la amenaza de tiempo inestable, ha lucido soleado y ha contado con una alta participación de socuellaminos. La imagen de Jesús a lomos de la borriquilla iniciaba su recorrido desde la Parroquia de San José y acompañada por decenas de nazarenos de todas las cofradías de Socuéllamos –excepto los Crucíferos de la Caridad que no pueden procesionar con el rostro descubierto-.
Como siempre, la participación de niños fue destacada en esta jornada que abre solemnemente la Semana Santa y los nazarenos portaban palmas y ramos de olivo como marca la tradición. Llegó así el paso de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a la plaza. La imagen, que es portada por los anderos de la Sangre de Cristo desde el año 2012, fue situada junto al templete mientras llegaban las diferentes cofradías y sus bandas, que fueron formando en ordenadas filas para presenciar la bendición de las palmas y el inicio de la Eucaristía.
Es el tercer año que se lleva a cabo esta fórmula con el fin de darle una mayor vistosidad y que sean más las personas que puedan presenciar el inicio de la celebración, ya que el aforo de San José –donde se realizaba antes- es muy limitado.
El párroco Juan Pedro Andújar fue el encargado de oficiar la ceremonia. Salió acompañado por hermanos de las distintas cofradías que, haciendo las veces de acólitos, portaban la Cruz de Guía, los leccionarios y el Misal, así como el incensario y la naveta. El sacerdote inició la celebración eucarística, dio lectura al Evangelio de San Lucas y procedió a la bendición de las palmas.
Tras ello, la procesión continuó su recorrido acompañada por cientos de socuellaminos hasta la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción donde finalizó la Misa.
