En la tarde de este viernes se celebró, en la capilla María Inmaculada, la Misa de Hermandad de la Cofradía de los Crucíferos de la Caridad. Esta hermandad se caracteriza por no tener poseer imágenes y por tanto, la misa estuvo presidida por el estandarte de la cofradía, un sayón negro con una cruz y una cadena bordadas en blanco y un fragmento de la leyenda del Evangelio de San Marcos que dice: "Aquel que quiera seguirme, que coja su cruz y me siga".
Como es habitual, en la Misa se ha pedido por el alma de todos los hermanos fallecidos. Además, este año, la cofradía ha rendido homenaje a Manuel Cañadas Jiménez, el único hermano fundador de la hermandad que aún vive. Tras la Eucaristía, los miembros de la Junta Directiva entregaron a Manuel una placa de reconocimiento.
El secretario, Juan Manuel Medina, recordó la importancia de “hacer los homenajes en vida” y señaló que Manuel “fue presidente durante muchos años trabajó para que sigamos perseverando en los principios de la Cofradía: la caridad y la penitencia”.
Por su parte, Manuel Cañadas, que estuvo rodeado de su familia, agradeció emocionado el reconocimiento. “Pido que Dios siga ayudando a los Crucíferos y sigan trabajando en esta Cofradía que con tanto entusiasmo fundamos en aquel tiempo. La placa no es solamente mía, sino de todos los que la fundamos”, señaló.
Por último, los sacerdotes impusieron una cruz a los miembros de la Junta Directiva, algo que se harán en próximos años con los hermanos que lo soliciten.
