viernes. 03.05.2024

No puede ser de otra forma. Con la salvación conseguida con bastante holgura, con la clasificación para la Copa del Rey de forma tan sencilla y con el tercer puesto y el acceso a los playoffs de ascenso a la Liga Adelante, sin duda el balance de final de temporada no puede ser otro que matrícula de honor.

La UD Socuéllamos ha cerrado una temporada de ensueño, la mejor de su historia y que será difícil de igualar y, por supuesto, de superar. Es digno de estudio que un club tan modesto, que veía por primera vez la complicadísima 2ªB tenga dos temporadas sin ningún sufrimiento clasificatorio grave.

Para hacer un repaso de lo que fue la temporada, aunque sea histórica, es necesario destacar los momentos no tan buenos del equipo. Principalmente, hubo un factor clave: no ganar en casa durante la primera vuelta. La primera vuelta fue dura, es cierto que se empezó muy bien. Ganando el primer partido 2-1 al Deportivo Guadalajara y llegando a segunda ronda de Copa del Rey. Quizá, esa preparación extra para preparar la no habitual competencia de domingo-miércoles, afectó a los meses posteriores del equipo.

Los 25 puntos que se consiguieron en la primera vuelta es un bagaje corto, todavía más si miras que se llegó a 64 al final del campeonato. Es decir, se hicieron 39 puntos en la segunda vuelta. Parámetros demasiado opuestos entre una vuelta y la otra.

Es cierto que el equipo nunca cayó a descenso directo en ningún momento de la temporada. Por tanto, el objetivo principal se iba cumpliendo pese a no tener grandes focos encima.

Punto de inflexión 1: Toledo

Sin duda, el partido del Salto del Caballo fue el verdadero punto de inflexión. Remontar con 10 a un equipo de playoff fue lo que hizo creer a este grupo. Hasta entonces no salía nada y fue el gran puñetazo en la mesa que dio el equipo al que solo le hacía falta revertir el mal rendimiento en casa. Curiosamente, eso llegó en una derrota.

Punto de inflexión 2: Barakaldo

Se perdió 2-4, pero fue la forma de perder lo que hizo recuperar el Paquito Giménez. Y eso que era la tercera vez que el equipo recibía cuatro goles en un partido de casa. El equipo hizo uno de los mejores partidos del año ese día, logró remontar al todopoderoso Barakaldo, que hasta entonces era completamente imbatible. Únicamente el acierto gualdinegro en goles donde la UD Socuéllamos poco pudo hacer, permitió a los de Movilla llevarse los tres puntos.

Desde entonces, el Paquito volvió a ser un fortín. Únicamente volvió a perder en un accidental día contra el CD Ebro (0-2), donde el Socuéllamos no dispuso por lesión de Calle y Javi Gómez. Jugó sin delanteros. Y todo se torció muy pronto con la retirada del campo de Carlos García tras un balonazo en la cara.

Si quitamos esta excepción, tras lo de Barakaldo el equipo ganó ocho partidos. De esas ocho victorias, en siete dejó la portería a cero. Cayendo rivales de enjundia como: Real Madrid Castilla, Sestao River, Real Unión o Toledo entre otros. Todos los que iban estando por encima del equipo.

En esos ocho partidos solo encajó los dos goles del Fuenlabrada en la última jornada. Todo lo que no salía en la primera vuelta, empezó a salir en la segunda ya que muchos de esos partidos se ganaron en los minutos finales. A todo esto, el equipo seguía teniendo una muy buena línea de puntuación fuera de casa, lo que permitió llegar al tercer puesto conocido.

Sorpresas positivas en la plantilla

1.- La gran sorpresa positiva fue Álvaro Pérez. Le costó entrar en el equipo, de hecho, prácticamente no tuvo minutos hasta octubre-noviembre. Pero desde que fue entrando, se ganó un puesto en el equipo titular, llegando a jugar en todos los perfiles de la defensa.

2.- La mejoría de Calle y Kike Domínguez respecto al año anterior. En la 14/15, Calle era el único delantero nato del equipo y su falta de compañía repercutió en su rendimiento. Este año, liberado por Javi Gómez, subió su nivel y fue más influyente en el juego del equipo.

3.- Kike Domínguez aportó una gran mejoría en goles al equipo, no solo en los que anotó él, sino en los que dio. Además, fue un evidente faro de juego ofensivo.

Sorpresas negativas

1.- La sorpresa negativa fue el bajo rendimiento de Pituli, que llegó al club con gran cartel y no pudo demostrar su status de jugador diferencial en 2ªB. Llegó con problemas en el tobillo y su radio de acción coincidió con la peor versión del equipo. Cuando Garrido resurgió en la segunda vuelta y con la llegada de Omar, desapareció del equipo.

2.- Otra mala noticia fue la pérdida de protagonismo de Pelegrina y Ocaña. Dos de los jugadores más importantes en la temporada anterior que perdieron el puesto en ésta. Pelegrina se encontró con mucha competencia en su puesto y el óptimo rendimiento de Jacinto, Álvaro Pérez y José Rodríguez le relegaron a un papel secundario. Aunque todavía tuvo una gran actuación contra el CD Toledo. Ocaña se vio afectado por el buen momento de Calle y la obligatoriedad de no prescindir de Javi Gómez, por lo que Cosín se vio en la necesidad de jugar con dos delanteros. Igualmente, cuando estuvo disponible, aportó su talento desde el banquillo.

Goleadores

El equipo anotó 51 goles en la temporada regular. Seis más que los 45 de la temporada anterior. Un total de 12 futbolistas de la plantilla anotaron gol. El máximo goleador del equipo fue el conquense Javi Gómez, que anotó 14 goles. Sin duda, el estilete del equipo. Le siguió Antonio Calle, que clavó su registro del año anterior anotando 8 goles. En tercer lugar se quedó uno de los jugadores más importantes de la temporada y uno de los jugadores más mejorados respecto a la anterior campaña: Kike Domínguez anotó 7 goles, cinco más que la 14/15. El resto de goleadores fueron: Jesús García (6), Ocaña (3), Jacinto (3), Zurdo (2) y Garrido, Pelegrina, Pituli, Chato y Omar (1). Además, hay que sumar tres goles que anotaron los rivales en propia puerta.  

El balance de una temporada de ensueño de la Unión Deportiva Socuéllamos