Durante estos días vamos a disfrutar de suculentas cenas y comidas con motivo de la Nochebuena y la Navidad. No solemos escatimar a la hora de escoger el menú, seleccionando los mejores productos para saborear las mejores exquisiteces en compañía de nuestra familia. Sin embargo, parece que no siempre se presta la misma atención a la hora de escoger el vino. ¿Sabemos realmente acompañar nuestros platos con los vinos adecuados?
Joaquín Parra, director de Wine Up Consulting, nos da algunas pautas para disfrutar tanto en la copa como en el plato. “Es una cena especial en la que se reúne la familia y se cuidan los productos con los que se elaboran los platos. Hay que invertir un poquito en el vino y no estropear una buena cena con un mal vino”, asegura.
En el aperitivo, Parra ofrece tres opciones: un espumoso, “que es muy digestivo, nos hace salivar e invita a comer”; un oloroso dulce como el Cream de Jerez, que “puede acompañar muy bien el queso azul, queso manchego curado e incluso embutidos; o un vermut, “que es muy manchego”.
Para acompañar el marisco, Joaquín Parra propone elegir un blanco joven y fresco o un espumoso, “que es un vino que puede acompañar de principio a fin durante la cena”.
Llega el momento de los platos principales. Los pescados se suelen elaborar con cuidado para estas ocasiones, suelen ser pescados más grasos y trabajados, “que se pueden acompañar perfectamente con un tinto crianza”. Para las carnes que solemos consumir estos días, Parra recomienda tinto reserva, “con mayor corpulencia”. No obstante, recuerda que lo importante es la apetencia de cada uno: “Hay a quien no le gustan los tintos tan fuertes. Pues hay blancos fermentados en barrica y espumosos que se pueden tomar con una carne y que son fenomenales”.
En el postre hay una gran variedad de opciones. “Me iría a un vino dulce, moscatel o Pedro Ximénez. Si soy más atrevido y el postre es de turrón o tarta de chocolate, se puede seguir con un tinto reserva. Si no, volvería a retomar el Cream, que acompaña muy bien”. Y para finalizar, concluimos como empezamos, brindando con un buen espumoso. Todo ello, no hay que olvidarlo, maridado con la mejor compañía, que es lo fundamental para disfrutar de la cena.
