La Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Calvario ha vuelto a preparar una de las clásicas alfombras de sal tintada para engalanar la Plaza de la Constitución de cara a la celebración del Corpus Christi.
Para la tarea, unos veinte miembros de la cofradía llevan trabajando en la alfombra desde las siete de mañana, empleando unos 2.000 kilos de sal. Este año, un grupo de escolares pertenecientes al Coro María Inmaculada, también han realizado su propia alfombra, dedicada a las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Por su parte, los miembros de la Cofradía Jesús del Calvario han introducido distintos motivos en su manto de sal, como el cáliz, la cruz y las palomas de su antiguo estandarte o una imagen de la Virgen de la Misericordia, en una alfombra que mide casi 20 metros.
La idea de engalanar las calles con estas alfombras partió hace cuatro años del sacerdote Rafael Ruiz, que le propuso la idea a las cofradías y que ha sido encabezada cada año por Nuestro Padre Jesús del Calvario. "Cada año nos vamos superando en dibujos, en bocetos, en colores y en técnicas. cada año hacemos una alfombra más compleja, introduciendo nuevas técnicas. Por ejemplo, este año los bordes van con cordel", explica Miguel Ángel Mejías, miembro de la junta directiva de la Cofradía.
Las alfombras de sal no se habían hecho nunca en Socuéllamos, aunque son muy típicas en otros pueblos castellanomanchegos, sobre todo de la provincia de Toledo, como Consuegra o Corral de Almaguer,
