viernes. 19.04.2024

En el mundo existen más de 6.000 lenguas, y la principal en nuestro país es el español. Afortunadamente contamos con un vocabulario muy rico y extenso. Los extranjerismos son palabras o expresiones que provienen de otras lenguas diferentes a la nuestra con el objetivo de complementar un vocabulario que también pueda estar formado por palabras de otros países.

Normalmente suelen ser anglicismos (palabras de origen inglés). Algunos de ellos son: freaky, selfie, relax, copyright, fashion, etc. Es cierto que la mayoría de las expresiones extranjeras son inglesas pero hay otras muchas de otras lenguas. He aquí algunos ejemplos: ballet o cliché (francés), paparazzi (italiano), hámster (alemán), vodka (ruso), yogurt (turco), fideuá (catalán), jacuzzi (japonés), ikastola (vasco), Alhambra (árabe), expresiones griegas como eureka o expresiones latinas como ipso facto, a priori, curriculum...

Todas estas palabras nombradas y muchas más son importantes para nosotros y me encanta saber que hay vida más allá de España, pero también me gustaría añadir otro punto de vista. Las expresiones extranjeras cumplen una gran función, pero: ¿deben sustituir a las palabras de nuestro propio idioma? En mi opinión yo creo que no. Evidentemente no escucho a todo el mundo diciendo anglicismos a todas horas, pero bajo mi punto de vista estamos estropeando nuestra propia lengua.

Un idioma que, por cierto, es el tercero más hablado del mundo y el segundo en mayor número de países hablado. Le he cogido manía a la palabra selfie, creo que es un snobismo, ¡anda! Otro anglicismo. Hemos estado miles de años sin decir la palabra selfie y ahora parece que no se puede vivir sin decir esa palabra cada dos frases. Al fin y al cabo esta palabra la he puesto como ejemplo, pero hay otras muchas con las que pasa exactamente lo mismo.

Me encanta cuando algo lo hace alguien porque le apasiona pero odio cuando lo hace por moda. Con las redes sociales pasa lo mismo. Todo el mundo usa una red social, la sociedad te obliga a ser como el resto, directa o indirectamente y al poco tiempo cuando te acabas enganchando a esa moda, resulta que esa moda es pasajera y te llaman antiguo por seguir utilizando esa red social o esa palabra que antes era una moda febril y ahora se ha quedado en desuso. En conclusión, los extranjerismos me parecen fabulosos, yo también los uso de hecho. Pero esos términos son COMPLEMENTOS, jamás deben sustituir a la gran lengua que tenemos. Son un aliado, no un sustituto.

¿Anglicismos o modas pasajeras?